EL PRI EN HIDALGO,
MEJOR QUE MORENA
Bien dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo y que más tiene el rico cuando empobrece, que el pobre cuando enriquece, porque por lo menos en Hidalgo para la elección del 7 de junio, el nuevo rico (que es Morena) se muestra con una pobreza de organización y de sentido de partido, desunido en grupos de poder y avasallado por el Grupo Universidad que le puede provocar una derrota fuerte ante el PRI, que sería el pobre, pero que con trabajo, unidad y disciplina puede resultar el ganón de la jornada electoral.
No se falta a la verdad si se dice que el PRI en Hidalgo es mucho más partido que Morena.
Porque la experiencia le ha enseñado que la unidad, disciplina y trabajo son el camino para ganar. Y porque muestran que las derrotas no son para siempre.
Morena vive un momento de indefiniciones en que no se sabe ni quién es su dirigente, porque desde la salida de Abraham Mendoza no han tenido la capacidad de elegir uno nuevo, en mucho por la conciencia de que quien manda en este partido es Sosa Castelán a través de sus diputados, muchos de los cuales son una ofensa al sentido común por las torpezas y abusos que cometen en nombre de Morena, cuando en la realidad ni de este partido son, porque aunque griten que son soldados de AMLO y de la 4T, en los hechos ni pelan al Presidente y en mucho actúan en su contra, con manifestaciones abiertamente en su contra en su periódico, en el que todos los días lo tunden.
Desunido, sin liderazgo para su vida política, saqueado por los del Grupo Universidad, Morena tiene todas las caras, menos la del partido fuerte en Hidalgo.
Dan la impresión del viejo PRD, con tribus de poder que practican el abuso y el agandalle en su beneficio y así no se puede ganar.
Sobre todo porque ahora en las boletas no va a estar AMLO y porque todo indica que siguen pensando que por tener el uniforme de Morena, con eso basta para triunfar.
Sosa les va a pelear todas las candidaturas para su grupo y es factible que les gane, aunque la llegada de Pablo Vargas es un duro golpe para este grupo que todo indica está muy, pero muy lejos del Presidente.
EL PRI
Parece que aprendió de la derrota y que ha trabajado con seriedad, disciplina, organización y respeto a los priístas del estado, resultado de atinada dirección de Erika Rodríguez y Julio Valera Piedras.
Si no se dan divisiones o traiciones de priísta resentidos y de quienes tienen poder en el PRI en todos los niveles, el escenario de Victoria no está lejos, porque al buen trabajo de los dirigentes del partido se debe sumar unas en la buena administración del gobernador Fayad considerado para unos como el mejor de México y para otros entre los mejores del país.
Tener un gobernador de resultados y de excelente relación con el Presidente de la República es un aliado poderoso en el ejercicio de la política.
Lo que se visualiza es que esta elección no será como la pasada, en que cobijados por AMLO ganaron verdaderos desconocidos que ni agradecidos son.
El PRI tiene la oportunidad de regresar de la derrota. Con buenos candidatos, no resultado de compadrazgos o de presiones de grupos o personajes
Y de la mano de las bases, va a ser un tren difícil de parar.