YA QUE SE VAYAN!
El 4 de septiembre del 2021 tendremos por Ley nuevos diputados ya que los actuales habrán terminado su periodo y dejarán el Congreso y por lo que se ve, con una herencia de abusos y zoquetadas o sea necedades, tonterías y abusos, desde luego no de todos, pero sí de un grupo bien identificado, que convierte esta 64 legislatura en una de las peores en la historia de Hidalgo.
Lo que provocó esta situación en el poder legislativo fue la presencia del Grupo Universidad muy lejano de los intereses del estado y atento hasta el servilismo a los intereses de su grupo, que los llevó cuando pudieron a cometer abusos en el dinero de Hidalgo para beneficiar al Patrón y en decisiones políticas para golpear al gobierno estatal, con el que no quisieron caminar por la senda de la solidaridad,al parecer para concretar una agenda de revanchismo.
Nadie en su sano juicio va a extrañar las actitudes soberbias y de deplorable conducta política de Ricardo Baptista, designado Presidente de la Junta de Gobierno al parecer no por Morena sino por el dueño de ese partido que necesitaba a un servidor en ese cargo para sus planes personales, muy lejos y hasta contrarios al Presidente Obrador que marginaron de su trabajo,porque primero el Jefe y después todo lo demás .
El señor Baptista llegado al Congreso con cierta imagen de buen político, echó al bote de la basura lo que tenía de capital y lo sepultó encabezando decisiones que al cobijo de La mayoría que supieron trabajar, se sirvieron del Congreso para la agenda del jefe.
Poco hizo de buena política y más bien dividió a la bancada Morena hasta el grado de provocar la ruptura del instituto en dos grupos: el de los morenos de verdad y el del Grupo Universidad, que además se ganó el repudio de los morenos auténticos que no quieren ya nada con ellos.
Se verá si la decisión es en serio con las candidaturas para alcaldes: si vuelven a ser los de la cuchara grande quiere decir que se las volvieron a hacer, aunque signos hay de que incluso la apuesta garza puede ir por otros caminos.
Pocos extrañarán el paso por la Cámara de Diputados de legisladores de ocurrencias, pero con poquísimo oficio o calidad de tribunos como Corina Martínez, famosa por convertir la tribuna en espacio de cantos o de actitudes de grandeza cuando la verdad no se le da, porque nadie da lo que no tiene. Son los diputados del GU los que han convertido el Congreso en sucursal de ese grupo con acciones lamentables en que dieron la impresión de buscar concretar las órdenes del jefe en contra de quien fuera y con muy escaso compromiso con Hidalgo.
Nadie echará de menos a gente como Rafael Garnica o Roxana Montealegre o Jorge Mayorga y al mismo ex rector Humberto Veras porque no demostraron tamaños para bien de nuestro estado.
Y pensar que todavía les falta para irse un año y meses, porque no llevan ni la mitad de su periodo.
Pero no hay mal que dure cien años.
Tiempo tienen para recomponer la imagen que tienen.
De todos modos nada impedirá que el 4 de septiembre del año que viene se vayan.
No parece que los ciudadanos les vayan a llorar.
Aunque hay que distinguir, porque también hay diputados muy respetables.
La ciudadanía sabe quién es quién.
