LA CENA
- Un abrazo cariñoso y los mejores deseos en esta Navidad a quienes hacen favor de leer estos poemas. ¡Que el Niño que nace los abrace y cuide! ¡Que estén bien!
Hay cosas que no se olvidan
Y que las guardo en el alma,
Porque me dicen a gritos
Que este camino de vida
Está repleto de luces
De sonrisas y abrazos,
Porque al final de la senda
La vida debe vivirse
Y guardar en el recuerdo lo que nos amarra y define:
Caminantes por un rato,
Compañeros de nostalgias,
Lágrimas sin duda alguna,
Pero alegría sin dudarlo
Y la bendición de vidas
Que caminan con nosotros.
En este tiempo de cantos
De nacimientos de barro,
No se aparta de mi mente
La cena de Nochebuena,
Que reunía a nuestra familia
Para acostar al niñito
Que nacía en ese pesebre
Entre luces de bengala
Y villancicos muy tiernos,
El olor de los buñuelos
Y a cambio de bacalao,
Un guajolote guisado
Con la magia de mi Madre,
Que se nos fue de repente,
Aunque nunca se ha marchado
Y en cada Navidad
Tiene su sitio guardado
En medio del corazón.
Luego creció la familia,
Reuniones de mucha gente,
Que se nos fueron marchando
Y dejaron sus lugares
Para volver en noviembre
Recuerdo cenas alegres
Con canciones y alegría
Y recuerdo alguna cena
Sólo mi esposa y mis hijos,
Son cuestiones de la vida
Que un día te manda la lluvia
Y al otro la luz del sol.
Después el tiempo y la vida,
Cambió el paisaje de cenas,
Los hijos se hicieron grandes
Crearon sus propias reuniones,
Y aquellas cenas de entonces
Se nos fueron terminando,
Porque faltaron algunos
Que se fueron con los suyos,
Y en otras circunstancias
Muchos ya se adelantaron,
Y sólo son ya recuerdo
De lo que fue y se ha marchado.
Si tienes a tus hermanos
Y tus hijos no se han ido,
Convócalos a la cena,
Canta villancicos bellos,
Cena el pavo, si lo hicieron,
Ríe con ellos hasta tarde,
Abraza y besa a tu esposa,
Y dale gracias al niño
Que te permite esta noche,
Mañana no lo sabemos
El reloj del corazón
No lo tenemos comprado.
Cómo recuerdo esas cenas
De tantas risas y cantos,
Los oración de las posadas,
Las velitas de colores,
Los aguinaldos con dulces,
La procesión con El Niño,
La inquietud por los regalos,
Los abrazos navideños,
Ver cómo crecen los hijos
Mis hermanos como abuelos
Nuevos niños que llegaban
El recuerdo de mis padres.
Así se pasa la vida,
Y una cena sigue a otra,
Al final sólo el silencio,
La Navidad ha pasado,
Se ha terminado la cena.
A caminar otro año
Y si Dios nos presta vida,
Volveremos nuevamente
A otra cena navideña,
Para rogarle a ese niño
Que cuide a nuestras familias,
Que reciba a los que parten,
Y que nos abra las puertas
Cuando nos toque marcharnos.