ALFIL NEGRO

LOS “PEPENA”  BANDERAS
 

En política existen los “pepena” banderas, sobre todo en tiempos electorales, cuando se pelea la forma de entrar al re juego de este escenario, en que se supone que hay reglas muy claras establecidas en el marco legal de la contienda, en que incluso tienen más puertas abiertas para la participación con las reglas de equidad, candidaturas independientes, más partidos políticos hasta llegar a once y una mayor participación de candidatos originarios.
Puertas sobran, lo que faltan son candidaturas, porque por más que le estiren siempre serán 84 alcaldías y no hay más.
Y es aquí donde salta la liebre, de otras formas de intentar los puestos de poder, en las que el chantaje,la amenaza expresada en la aparición de marchas, plantones y mucha presencia en medios, retrata a los aspirantes a figurar en la elección que viene, muchas veces como candidatos y en muchas como presencia de grupos de poder que patrocinan a sus gallos para ser candidatos o para poder negociar  sus posturas y acciones con alguna tajada que puedan lograr.
Para ello evalúan la situación en el estado y encuentran causas donde hacerse presentes como voz del pueblo, para exigir atención, denunciar fallas en el gobierno y apuntarse como la solución de los problemas y como la única luz en la oscuridad que señalan se da en todo y en este momento en la seguridad, el crimen, en el tema de las mujeres, el empleo, y un largo etc. que siempre encuentran para sus fines.
Llega la época, no del buen fin, sino de la pepena, en que se recogen todas las banderas de las inconformidades, la mayoría sin ser vistas antes y se les da forma de denuncia y mucha declaración de prensa y las que valen la pena se materializan en manifestaciones, plantones, cierre de carreteras, pintas en las calles y mucha, mucha presencia en medios de difusión, pues de nada sirve, si no se grita en la comunicación.
Hay grupos que tienen incluso sus propios medios incluyendo periódico, radio, televisión y ni se diga benditas redes sociales.
Y se ponen de moda de pronto banderas que tenían presencia moderada y ahora son huracanes, como el tema de la seguridad en el que desde su docto punto de vista nada sirve y es un desperdicio el C5i o los drones, lo mismo que las cámaras de vigilancia y los arcos carreteros.
Su dictamen es total: no hay ningún logro en seguridad y el estado es un río de sangre.
Y si hay logros, se dicen en voz baja, se escriben en letra pequeña no vaya a ser que alguien lo lea.
Ahora mire, no es que no haya inseguridad, pero no hay la voluntad de ver las cosas como son, pues la intención es golpear, exhibir a un gobierno por otro lado bien calificado en este tema, pero que por lo mismo debe ser exhibido por los “ríos  de sangre” que dicen corren por Hidalgo.
Y como es tiempo de la pepena  de banderas, cobran vigencia los casos de los honestos Antorchistas que con el hacha en la mano piden juicio político contra el Gobernador porque no les da el dinero al que estaban acostumbrados, dice el Presidente Obrador que con muy buenas tajadas.
Pero sobran banderas: y la de los desaparecidos y la de las mujeres están que ni mandadas a hacer, para poner en el ojo de todos estas situaciones con exigencias que apadrinan los activistas de estos temas con fines más grillos.
Que de verdadera lucha social.
Y no es que los temas no merezcan la atención responsable del gobierno. Claro que la merecen, pero lo que no se vale es aprovechar todo para las movidas chuecas de personajes y grupos que lo que buscan son pretextos, banderas sociales para apoderarse de ellas y en su nombre buscar ganancia de pescadores en este río revuelto.
Porque si de verdad estuvieran preocupados su actitud sería de solidaridad responsable para solucionar las cosas y no sólo usar  los temas para enlodar los esfuerzos  que se hacen en estos temas.
Es la época de los pepena banderas … ni modo.
Pasando la elección se olvidarán de ellas.

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