ALFIL NEGRO

TORRE DE BABEL
    •    La Torre de Babel queda como ejemplo de lo que provoca no saber entender que para avanzar y progresar hace falta unidad

 

Dice el Génesis que cuando el Creador quiso castigar la soberbia de los hombres que quisieron construir una torre tan alta y tan grande que llegara hasta Dios, hizo que cada uno hablara una lengua diferente, hasta el grado de que nadie se entendía e impedía que se pusieran de acuerdo para hacer su trabajo juntos alrededor de un plan o proyecto.
Esto provocó que los trabajos de la torre se suspendieran y que la ciudad fuera abandonada por los grupos que hablaban la misma lengua, de tal modo que la confusión, porque cada quien hablaba su lengua, fue el desastre para la torre y para la ciudad.
La Torre de Babel queda como ejemplo de lo que provoca no saber entender que para avanzar y progresar hace falta unidad, ponerse de acuerdo en el lenguaje de la debida planeación  y solidaridad, hablando el mismo lenguaje de la responsabilidad.
Nuestro país vive su momento de Babel
Nadie entiende a nadie y menos se ve la decisión de sumarse a un proyecto de país, porque a lo mejor para muchos no se ve claro cuál es ese proyecto o plan, en mucho porque no se siente el deseo o la política de sumar, de unir, de buscar que TODOS caminen con el compromiso de una estrategia aceptada.
Lo que se ve y se siente es la imposición, por ser más de Morena en los Congresos, que en muchos casas han caído en manos de abusivos como los del Grupo Universidad, ante la pasividad irresponsable de los morenos de verdad, que aceptan migajas de quienes se han apoderado de su partido.
La seguridad es un problemón, al que no se le encuentra la salida o se dan bandazos como con el hijo del Chapo que exhibió a un gobierno muy pobre en este terreno, que por otro lado es seguramente el que más preocupa a los mexicanos.
Los partidos políticos tampoco han sido solidarios plenamente con el Presidente y el golpeteo se repite todos los días de todos lados.
Curiosamente los gobernadores han entendido que sin acuerdo solidario con el Presidente sus estados no caminan.
En esta actitud responsable, Omar Fayad es un ejemplo de coordinación con AMLO, ante el coraje del Grupo Universidad, que se sentía con derecho de picaporte con el Presidente y por sus abusos y pillerías, vetados por el Jefe de la Nación y en vísperas de la decisión que tome Hacienda sobre los 150 millones de dólares.
Cada quien habla su idioma en este momento, incluso entre los morenos empeñados en no perder sus puestos de poder ahora que se puede venir relevo de su dirigencia nacional y local.
Dividir, polarizar posiciones, enfrentar a la sociedad, no parece el mejor camino.
Tiene que haber una reflexión profunda para sumar a todos en el gran proyecto que es, en el gran plano, México como país y en el caso de casa nuestro estado de Hidalgo.
La Torre de Babel es la nuestra de lo que se logra cuando no hay unidad ni responsabilidad social.
Si todos los remos no van para el mismo lado y cada quien rema para donde quiera, la barca sólo da vueltas y termina por hundirse.

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