CAMINO
Hoy caí en la cuenta
Que mi reloj de arena
Se va quedando quieto
Porque el tiempo camina
Y nos grita en su ritmo
Que lo que empieza acaba,
Y qué haciendo mis sumas
Divisiones y restas,
Ya no me queda tiempo
Para cosas que sueño
Y quiero realizar.
Me gustaría tanto
Caminar los caminos
Que tengo en la memoria
Y que el reloj me dice
Que no caminaré
Subir el Aconcagua
El Everest y el Fuji,
Subir como Espartaco
La historia del Vesubio,
Pero ya no será .
Darle la vuelta al mundo,
Viajar hasta la luna,
Traducir los poetas
Romanos y los griegos,
Hacer a pie y con hambre
La ruta de Santiago,
Jugar en el Azteca,
Bajar el mar profundo,
Cazar sin miedo alguno
Un tiburón martillo ,
Pero ya no será.
Ya no podré por tiempo,
Competir por mi patria
En olimpiada alguna,
Ni jugar un mundial,
Ser campeón de boxeo
De clavados y nado.
Borraré de mi lista
Ser piloto aviador,
Jugador del Pachuca
O minero en San Carlos,
Con mi casco alumbrando
La entraña de la tierra
Colmada de oro y plata,
De fantasmas y duendes .
No seré un astronauta
Que viaje hasta la luna
Ni compraré un Ferrari
Por falta de dinero ,
Ni seré un nuevo récord
Del maratón el Londres,
Ni veré los milagros
Que verá en lo que viene
El bebé que hoy nos llega,
Con ojos que se estrenan
Pero que tienen cielo
Y camino por ser.
Pero tengo las horas,
Los meses y los días
Para admirar sereno
La risa de mi esposa,
La alegría de los hijos,
El amor de la ofrenda
Por quienes se han marchado
Y siguen con nosotros,
Justo en nuestro camino
De sueños y nostalgias.
Tengo tiempo de sobra
Para ver la mañana,
La luna por el bosque,
Y escuchar en silencio
Cómo canta y solloza
Mi viejo corazón .
Platicar con mis hijos,
Con todos mis hermanos,
Hablar con los amigos,
Rezar como hace tiempo
Las cuentas del Rosario
Y contarle con calma
Mi vida y mis pesares
Al Jesús de mi iglesia
Que siento que me escucha
Y atiende mi oración .
Leer más sobre Roma,
Regar mi árbol de peras,
Oír cómo nos canta
El violín siempre nuevo
De nuestro León Felipe,
Las cartas de mi Madre
Que traigo en la memoria
De mi capilla niña,
Donde aprendí pequeño
A rezar en el tono
De amor y de confianza
Que me enseñó en el pueblo,
De tordos y de peces
En mi laguna espejo
De mi cielo pintado
De azul y de recuerdos
Del loco que una tarde
Se fue a buscar
La vida
Entre sus aguas verdes
Y ya no regresó.
Tengo tiempo y de sobra
Para ver cómo llueve,
La danza por las noches
De estrellas y cometas,
De saborear con calma
Mi taza de café,
Y ver caer la tarde
Telón de cada día,
Mientras vuelan cantando
Las aves que nos dicen
Que la vida es tan solo
Un vuelo de palomas,
Una risa de niño,
Unos ojos que se abren
Y cierran ya cansados
Para poder dormir.
Hoy miré con respeto
El reloj de la vida,
Su ritmo nunca cambia,
Sus pasos son certeros,
Pero la vida es justa,
Nos da lo que sembramos,
Qué dicha si podemos
Decir como el poeta:
“Vida, nada me debes,
vida, estamos en paz”.