SALSA DE CHINICUILES
No sólo de barbacoa y de pastes vive el hidalguense.
Esto, es una verdad con carácter de axioma, en su concepto de ser una verdad tan evidente, que no necesitaría de demostración y que por el contrario servirá de base para otros temas.
Decir por lo mismo que no sólo de barbacoa y de pastes vive el hidalguense, es tan evidente que no necesita de un congreso para discutirse, pero da pie para preguntarse: ¿por qué?, ¿Qué es lo que fundamenta esta afirmación?.
A eso trataré de dar respuesta en esta sesuda y espero sabrosa columna de opinión.
Generalmente este espacio está dedicado a opinar sobre la política de preferencia del estado y vaya que si hay temas.
Bien pude escribir hoy sobre los hermanos Charrez, uno, desaforado y casi con un pie en la cárcel, con la quijada de burro lista para poner quieto al que es su hermano y alcalde que no da una, pero que casi lo deja en calidad de merecedor de ofrenda según lo denuncian y el otro que busca desde ya, llegar a suceder a Pascual en la alcaldía y de esa manera mantener a la familia casi 10 años como autoridad del municipio.
Bien pudo ser el tema.
Y el otro caso digno de comentarse es el de los diputados Sosistas, que están cosechando lo que sembraron de abusos y ninguneos en contra de los que se supone son sus compañeros de bancada, con la particularidad de que ellos sí son Morenos de verdad y no acomodaticios como los del Grupo Universidad, y que por fin se decidieron a defenderse de estos abusos y reclamar lo que es suyo y al Presidente Obrador de este grupo, con decisiones fuertes que empiezan por hacerlos cumplir con los acuerdos de rotación de la Junta de Gobierno, que equivale a quitarle el Congreso a Sosa.
O puede escribir sobre la décima visita del Presidente a Hidalgo, lo que equivale a una vista por mes de su gestión y su significado político.
Pero lo dejaré para otra ocasión, porque hoy escribiré sobre la Salsa de Chinicuiles.
Y todo, porque me llamó mucho la atención que en la comunidad de El Moreno, de Progreso de Obregón, el 5 de octubre se llevará a cabo la Segunda Muestra Gastronómica y Concurso de Salsa de Chinicuil.
Lo que es sin duda una muy buena iniciativa, porque en el fondo rescata y fortalece uno de los resortes que nos da identidad y cara propia como es nuestra comida.
Y si bien nuestra cocina es muy especial, por la variedad que tiene, son los chinicuiles un platillo que no se da en todos lados, sabroso, exótico para muchos y expresión de la riqueza de cocina de Hidalgo.
Comerlos fritos, con sal, en una tortilla recién salida del comal es una bendición para el paladar por su sabor que no se parece a nada, pero que tiene toda la riqueza de la tierra, del agua, del sol, del viento y del paisaje mismo.
Pero comerlos en salsa, con tomates, ajo , chiles cuaresmeños y no sé qué otras cosas se le añadan, es la gloria.
Por eso, el concurso en exclusiva de la salsa de chinicuiles es un acierto de este municipio.
Desde luego, quedan en la lista otros platillos como el paste, los mixiotes, el zacahuil, los tlacoyos, los escamoles, xoconostles, el ximbó, gualumbos, los guajolotes, los moles de Jacala, Bocoles,y los que se me olviden.
Es bueno en este quehacer hablar de los protagonistas de la política, porque son quienes tienen la responsabilidad de encabezar los esfuerzos de todos para vivir mejor en todos los órdenes y fijar posturas cuando las cosas no caminan bien, porque así se ayuda a que mejoren las cosas.
Pero por hoy los chinicuiles ganan.
Buen provecho…
