ALFIL NEGRO

*YO RESPETO, TÚ RESPETAS

Apenas hace unas horas se celebró El día de la Bandera, uno de los símbolos más importantes de nuestro país que nos da identidad y sentido de mexicanidad y que por lo menos hace tiempo, nos enseñaron a quienes ya tenemos edad a respetar y venerar, como lo que es, una representación del país y un símbolo que nos grita lo que es México.

 

Cómo no recordar el gran respeto que nos imprimieron en el alma aquellos maestros por la bandera, de tal manera que a su paso, todo mundo se ponía de pie y guardaba una postura de gran respeto. Quienes usaban sombrero se descubrían a su paso y se guardaba silencio, porque iba pasando la bandera nacional.

Era un símbolo sagrado, como también lo era la figura del Presidente de la República y de las autoridades, del cura párroco, del médico, y de las personas  mayores, porque representaban junto con los maestros la guía de muchas de las acciones de la comunidad y por lo mismo se les miraba como tales y se les respetaba desde esa visión, porque se ganaban ese respeto con su conducta.

Algo ha cambiado en los últimos tiempos, porque ese respeto que se tenía se ha cambiado por actitudes agresivas y groseras, que se quieren disfrazar de democráticas, pero que en fondo son de patanes y si bien reclamar a la autoridad su falta de eficacia o de logros es un derecho ciudadano, lo que extraña es el tono agresivo y francamente de pelafustanes de quienes en nombre de la libertad de expresión agreden, lastiman, y actúan como delincuentes en sus dizque protestas y que son una colección de faltas de respeto a la comunidad en general y en particular para los personajes a quienes va dirigida su forma de actuar.

Con el pretexto de los 43 normalistas de Ayotzinapa, estados como Guerrero, Oaxaca y Michoacán se han sumido en una situación de ingobernabilidad, por la forma en que un día sí y otro también lo mismo cierran carreteras que toman casetas de cobro, o asaltan comercios, o camiones repartidores de alimentos, o bien queman edificios gubernamentales o coches de gobierno, porque en un disco rayado exigen , pese a las explicaciones oficiales, que si vivos se los llevaron vivos se los entreguen y de esa petición extraña nadie los saca.

Desde luego lo que extraña más es que quienes encabezan esta posición de agresiones y de escándalo sean maestros, que dejan sin clases a miles de niños, por andar en la calles protestando, porque dicen que el maestro protestando también está enseñando, en acciones de vandalismo que la mayoría de la sociedad repudia por el daño que la hacen a la comunidad, y a la educación aunque parece que a los “maistros” esto ni les preocupa mientras anden en sus relajitos y COBREN sin trabajar.

Algo no camina y algo está podrido en Dinamarca como dice Hamlet.

La falta de respeto por los valores es evidente y con el pretexto que se quiera se dejan las responsabilidades para atracar, robar y cometer delitos sin que se aplique la ley que es la otra falla que se ve de inmediato.

Aquí parece que se deben aplicar principios elementales como los siguientes:

QUIEN NO TRABAJE QUE NO COBRE

LA LEY NO ES PARA NEGOCIARSE SINO PARA APLICARSE

TÚ RESPETAR YO RESPETO ,como decía el inmortal Bora Mulitinovich

EL QUE LA HACE LA PAGA

y así por el estilo.

Pero si les pagan aunque no trabajen, estamos fregados.

Porque entonces la crisis de valores tiene un fondo que es el la falta de respeto por el marco legal que nadie quiere aplicar porque se prefiere negociar la ley en algo que es absurdo.

Y esto que vemos en estados ya mencionados en Hidalgo empieza a asomar su rostro alentado por determinados grupos o supuestos ideólogos que alientan incluso las defensas comunitarias, lejos de lo que es la policía institucional como si la población fuera más capaz, pero que en el fondo no es más que la descalificación de la efectividad de la administración para enfrentar a los pillos. Esto más los grupos que quieren ser la respuesta a las carencias de la sociedad, con programas ajenos al Plan Estatal de Desarrollo es la otra forma de atentar contra la sociedad que se organiza en gobierno, pero que los que van por la libre alientan para tener un estado en la ingobernabilidad y así tirar sus redes para ver qué es lo que pueden pescar en el río revuelto que quieren provocar.

Afortunadamente la sociedad es sabia y no se deja seducir por estos sembradores de caos, pes a las promesas de paraísos artificiales, pero se debe estar atentos, porque no duermen.

Y más en tiempos electorales…

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