ALFIL NEGRO

SE LES MURIÓ LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

La fábula dice que un campesino descubrió que su gallina ponía huevos de oro y esto lo alegró de sobremanera porque cada día podía recoger un huevo nuevo que lo iba haciendo cada vez más rico. Pero entonces le entró la ambición y en una lógica medio rara decidió abrir a su gallina porque pensaba que por dentro debía ser una mina del preciado metal. Decidido, la abrió y se dio cuenta que era como todas las gallinas y que no había tal oro. Lloró desconsolado y aceptó que la ambición y avaricia lo habían desquiciado, que se había quedado sin la gallina de los huevos de oro y que para tener dinero sólo había un camino seguro: TRABAJAR, para ganar el pan con el sudor de su frente.
Esta fábula de estructura sencilla pero apegada a lo que pasa con mucha gente y organismos,  viene de anillo al dedo, con lo que pasa con algunos personajes de la política nacional y estatal, que durante mucho tiempo fueron dueños de grandes gallinas de oro que los hicieron poderosos en dinero y en fuerza política, con un esquema sencillo pero infalible para obtener los huevos de oro, primero: fundamentaban sus exigencias de dinero en los pobres o necesitados de los que se dijeron sus representantes y por lo mismo los que debían de recibir el dinero o los huevos de oro; dos: hábilmente gestionaban los apoyos para su gente y de acuerdo a lo que dice el Presidente Obrador se quedaban con gran parte de ese dinero. Era sin duda, una real gallina de oro.
Crecieron organizaciones y líderes en dinero y poder.
Tanto que descuidaron a la gallina y ya encarrerados pensaron que la gallina era poca cosa y crearon costos de poder impresionantes, de tal manera que amenazaban, chantajeaban y presionaban a gobernadores, Presidentes de la República y sobre todo a los Secretarios que eran obligados, para no ser objeto de sus ataques, a concederles grandes cantidades de dinero, que siempre de acuerdo a lo que dice AMLO terminaba en gran parte, en las cuentas de estos líderes que lo presumían con vehículos caros de verdad y otros lujos.
Pero el Presidente Obrador decidió torcerle el cuello a la gallina y se acabó el cuento, la mina de oro y las cuentas en el banco.
No para los campesinos ni para la gente pobre que recibe los apoyos que se merecen, pero ya no a través de líderes o gestores de dinero, sino de manera directa para que no haya moches.
La muerte chico…. Dijeron los líderes y gestores y recurrieron a sus viejos estilos de marchas, plantones, cierre de carreteras, gritos, pancartas y agresiones a la población para que el Presidente entienda que le pueden voltear el apoyo popular.
¿Y qué creen?… que Obrador ya dijo que no cederá en su postura, que ni se cansen en sus manifestaciones y cierre de autopistas, porque a ellos, a los líderes y gestores, nada. A los campesinos de verdad todo el apoyo, pero los negocios con dinero público se acabaron para estas agrupaciones que se dicen voz y cara de los campesinos.
Así que aunque cierren la autopista a México y cien más, aunque desfilen los 50 mil que dicen tener aquí en Hidalgo nanay de morralla.
Y con esto van a  sufrir si no es que ya sufren. Los de la UNTA, Antorchistas, los Charrez empezando por Cipriano, el pésimo alcalde de Ixmiquilpan Pascual y Vicente, Guadalupe Orona, Martha López Ríos, los del CIOAC, CODUC, MST, UGOCP, CAP, y UNIMOSS. No los campesinos que deben saber que recibirán los apoyos que les hagan falta, sino los líderes que al fin podrán entender que la gallina de los huevos de oro  se convirtió en sabroso caldo.
La carta que se juegan es de consecuencias, pues afectan a millones de ciudadanos y queda la amenaza de ver si se quitan de sus plantones para las fiestas patrias del 15 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México y en la Plaza Juárez de Pachuca.
Pero esa gallina no vuelve. Se fue, voló, le retorcieron el pescuezo. Ni modo, si quieren dinero, le tienen que hacer como todos: trabajar.
      

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