¡VERGÜENZA!
Los diputados de Morena, bajo la conducción de Ricardo Baptista, son una vergüenza, es decir una presencia ausente de dignidad, porque se han empeñado en meter la pata con ocurrencias sin más sentido que hacer valer la supuesta fuerza que tienen como mayoría para su provecho, sea en adquisiciones o en esquemas de revancha y venganza, que los exhibe como muy limitados, aunque en algún momento hayan dicho que eran la parte pensante del estado y ya en los hechos muestren lo pequeñitos que son para tareas serias como es la de legislar en bien de los ciudadanos.
Su última ocurrencia fue la intentona de ponerle mordaza a la prensa del estado si cometían el pecado de atentar contra el honor de los actores políticos, pues en ese caso el Instituto Estatal Electoral debería imponer sanciones que irían desde la amonestación pública, hasta las penas y medidas de seguridad por haber incurrido en esa conducta.
La intención era clara, acallar a la prensa en su responsabilidad de opinar, de criticar cuando hubiera lugar y finalmente de expresar de manera libre su pensamiento sobre el fenómeno político en los protagonistas de esta actividad , tal como lo expresa nuestra Constitución de la República en su artículo sexto, así como otros mandamientos, como el 19 de los derechos universales del hombre.
Los memes, el antecedente
Y por lo que se ve no es una ocurrencia de última hora, como parece ser su actuar, sino algo pensado y consensuado para darle un golpe demoledor a los molestos periodistas que los exhiben un día sí y al otro también.
El antecedente de esta intención la dio hace unos días el Presidente de la Junta de Gobierno , que pidió al C5 investigar a esos malandrines que le hacen memes, raspando a su sagrada persona, con la exigencia de que si eran muy chipotles quería verlos en esa tarea.
Desde luego les daba una pista con dirección a la oficina de Simón Vargas el Secretario de Gobierno, que de acuerdo a Baptista era el origen de estos memes. Como Vargas no tiene otra cosa qué hacer, con toda seguridad tiene a toda su oficina ideando los memes contra un político de tanto peso y calidad como don Ricardo.
Con este antecedente no es raro que de pronto y cercano el tiempo electoral se hayan lanzado contra los periodistas, sobre todo los críticos, para ponerlos en su lugar.
Que se violaba la libertad de expresión… qué importaba si se defendía a sus sagradas personas. Que era una medida dictatorial tampoco tenía importancia si al final se ponía en su lugar a todos esos malosos que no los ven con buenos ojos, ni sopesan su gran trabajo político.
Fue de pena ajena escuchar y ver a Roxana Montealegre tratado de explicar lo inexplicable, porque la iniciativa que dieron a conocer en la tribuna ya no traía lo relativo a la prensa. Lo quitaron por sus pistolas, pese a que en un primer documento en el artículo 35, que luego desapareció, se hablaba de las penas contra la prensa que no respetara el honor de los candidatos y dirigentes de partidos.
Vieron el tsunami que se les venía encima, la reacción de los comunicadores. La metida de pata terrible que estaban haciendo y dieron marcha atrás en el entendido de que es mejor que se diga: “Aquí corrió , que aquí murió”.
En este escenario pesó mucho y les ganó la partida con buen oficio parlamentario y madurez política , el diputado Asael Hernández del PAN que los exhibió con todo. La diputada del PRI María Luisa Pérez Perusquía les dio la puntilla en la sala del congreso calificándolos de mentirosos y de nada apegados a la normatividad para el trato de las iniciativas.
Una tarde de perros para los morenos y más para su coordinador Ricardo Baptista que vuelve a dar una demostración de ineptitud y falta de oficio para el cargo que tiene, poniendo en la picota a todos sus compañeros por el manejo inadecuado y torpe de temas como el que tuvieron que bajar porque atentaba contra la libertad de expresión.
La intención era muy grave y delicada. Afortunadamente los pararon.