LES HABLAN
Es indudable la habilidad de Sosa para manejar el poder desde la universidad con todo lo que ésta representa, dada su presencia en la vida de Hidalgo.
Hace unos días el Presidente Obrador dejó un mensaje claro y contundente que los interesados en el país y particularmente en nuestro estado, no pueden ignorar o hacer que la virgen les habla, porque no deja lugar a dudas sobre su intención y sobre las consecuencias que tendrá en los destinatarios del mensaje-dardo presidencial. AMLO dijo en un evento llevado a cabo en Paracho la siguiente frase, que seguramente usted que hace favor de leer estas líneas le encontrará destinatario aquí en casa: “HAY UNIVERSIDADES QUE ESTÁN MANEJADAS EN EL PAÍS POR CACIQUES. ESTO SE ACABA, ESTO SE TERMINA, CLARO QUE VAMOS A APOYAR A LA EDUCACIÓN PÚBLICA, PERO NO VAMOS A APOYAR A LOS CACICAZGOS”.
Si se entiende por cacique a la persona que valiéndose de su influencia o riqueza, interviene arbitraria o abusivamente en la política y administración de una comunidad, como que se va aclarando el mensaje del Presidente a una realidad que se vive en algunas universidades, y todo indica, de manera fuerte, en la Universidad Autónoma del Estado.
Dicen los que conocen la historia de la Casa de Estudios que hace más de 30 años que es manejada por Gerardo Sosa, hasta convertirse, a juicio de muchos, en un cacique de la Autónoma en donde no se mueve la hoja de un árbol si él no lo decide, con lo que está dicho todo, en lo que se refiere a la vida universitaria.
Es indudable la habilidad de Sosa para manejar el poder desde la universidad con todo lo que ésta representa en posibilidades, dada su presencia importante en la vida de Hidalgo y dadas las puertas que permite abrir o cerrar de acuerdo a los proyectos del actual Presidente del Patronato, que lo convierte en el señor de la UAEH.
Dotado por la última ley orgánica aprobada en la administración del ex gobernador Olvera, al Presidente del Patronato que puede ser por tiempo indefinido, se le entrega la universidad para que la maneje de acuerdo a sus planes y proyectos; una decisión que le da más poder que al mismo rector que es un florero en la vida de la Casa de Estudios, para usar una frase muy de moda en este momento.
El Grupo Universidad ha crecido mucho sin duda en dinero y en poder político, hasta el grado de que en este momento es el dueño del Congreso a través de sus diputados que obedecían ciegamente sus órdenes, pero que en los últimos días dan señales de hartazgo y de recuperación de la memoria de la dignidad con una serie de decisiones en las que se nota división fuerte y profunda en la bancada de Morena que manejaban a su antojo, pero que de unos días a la fecha muestra evidentes signos de que se cuartea la disciplina y surgen muestras de cansancio, y un “basta” a los abusos, lo que pone en serio predicamento la fuerza del Grupo Universidad, que sin los siete que se van ya no da para mayoría calificada.
Desde luego en esta situación mucho tiene que ver la torpeza de Ricardo Baptista, que se sintió divinidad egipcia por el cargo que su patrón le dio y que lo mareó de tal manera que pensó que el mundo empezaba con él.
Y luego el caso de los 150 y tantos millones de dólares que persigue en su legalidad Hacienda. La llegada de Arturo Herrera como titular de Hacienda, a quien convirtieron en su enemigo de manera gratuita, la puerta que se cierra para pelar la dirigencia de Morena en el estado. La lucha absurda contra el gobernador y un largo etcétera, para darse cuenta que un conteo final parece que se lleva a cabo.
Pero sobre todo lo que dijo AMLO en el sentido de apoyar a la educación pero no a los cacicazgos.
Todo tiene un principio y un fin. Y este cuento parece que se acaba.