ALFIL NEGRO

CON LA IGLESIA TOPAMOS SANCHO…
El 21 de marzo de este año, los diputados de Morena de nuestro estado, más la diputada del PRD Areli Rubí Miranda y Jajaira Aceves del PES, presentaron la iniciativa con carácter de Decreto para reformar el Código Penal del estado y de esa manera despenalizar el aborto hasta las doce semanas de gestación.

Hubo reacciones de todo tipo sobre la iniciativa, desde voces de apoyo como organizaciones sociales, y activistas, y las opiniones en contra que se plasmaron en una iniciativa antiaborto de Acción Nacional que presentó el diputado Asael Hernández, a quien descalificaron con el argumento de que era un asunto de mujeres y Asael no tenía cabida.
El Presidente de la Comisión de Participación ciudadana Asael Hernández convocó a siete foros para escuchar todas las voces sobre el particular, empezando en Huejutla el 29 de abril y terminando en Pachuca el día de ayer, con un recorrido por Ixmiquilpan, Tula-Tepeji, Apan, Tulancingo y otros.
Y es en este punto de los foros donde los morenos – a nuestro parecer- cometen el error de querer cerrarle la puerta a la Iglesia Católica,  porque desde su visión es un organismo contrario al derecho de las mujeres y por lo mismo los foros no resultarían provechosos, además de que como se plantearon, dijo la morenista Tatiana Ángeles,  se favorecía esa posición ya que se llevaba a lugares donde tiene mucha presencia la iglesia.
Pedía por lo mismo que se llevaran a cabo pero en el Congreso.
De hecho parecía negarle la voz a los católicos en este tema tan delicado.
Y la Iglesia católica en nuestro estado no es  cosa menor, pues de acuerdo a datos de INEGI en una población cercana a los tres millones de habitantes, el 87 por ciento profesan esta fe y por lo mismo con una representatividad alta y con una base de creyentes que tienen todo el derecho a ser escuchados en su opinión y en su voluntad.
Si fuera política, ningún candidato  ni partido tiene un padrón tan fuerte.
Descalificarlos para opinar no parece buena idea.
Además de que los obispos de Hidalgo,  Domingo Díaz de Tulancingo, Juan Pedro Juárez de Tula y José Hiraís Acosta de Huejutla han fijado con claridad su posición que es en contra, por doctrina tradicional de la iglesia y porque su política de defensa de la vida así camina en todo el mundo, encabezada por el Papa Francisco, que tiene expresiones muy fuertes en contra del aborto hasta calificarlo de acto de sicarios.
Quizá los legisladores de Morena y aliados en este tema, se les olvidó que las peleas contra la iglesia tienen sus bemoles, sobre todo en temas de conciencia y de moral, que escapa a lo meramente jurídico .
No por algo en “El Quijote de la Mancha”, cuando el caballero de la triste figura busca el castillo de su Dulcinea entre la bruma, descubre un gran edificio que al principio cree de su amada, pero que conforme la bruma permite verlo con claridad le hace exclamar: “Con la iglesia hemos topado Sancho amigo”, que con el tiempo, se interpreta como los hechos con los que personas, instituciones y gobiernos  chocan con la iglesia en batallas que en un momento puede perder la iglesia, pero que con el juicio de la historia gana casi siempre.
Lo que llama la atención son  las intervenciones de diputados de morena en calidad de  exégetas de la biblia con lo que pretender darles una lección bíblica a los obispos, cuando diputados como Víctor Osmind les dice a los católicos que no se olviden de lo que dice la biblia sobre: “Dad al  César lo que es del César” o esa otra parte en que habla de la adúltera y Jesús no la condena porque nadie estaba limpio para lanzar la primera piedra.
Algo así como enseñarles a hace pastes a los de Real del Monte, Chiles a Clemente Jacques y goles de chilena a Hugo Sánchez.
La manifestación contra el aborto de miles de opositores movidos por la jerarquía católica, que algún  medio redujo a unos cuantos, como que hizo pensar mejor las cosas a algunos legisladores.
Lo que los ciudadanos esperamos son decisiones nacidas de todas las voces, en que se exprese la voluntad real de las mayorías y en que todas las voces sean escuchadas.
El tema del aborto no es fácil, pero cerrando la puerta a la opinión pública se vuelve más difícil.
La iglesia en dos mil años ha sorteado oleajes muy fuertes, y no naufraga. Traiciones de sus mismos seguidores y el barco sigue navegando. Es la buena voluntad y el diálogo, hablar, oír,  el camino de las buenas decisiones.
Veremos
  

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