ALFIL NEGRO

EL QUE SE ENOJA PIERDE

Dicen que es en los momentos difíciles cuando los buenos líderes muestran de qué madera están hechos y su verdadera capacidad para enfrentar los problemas, porque cuando todo es color de rosa y todo va bien, no tiene ningún chiste ser el abanderado de la tropa.

Cuando hay problemas se puede reaccionar de distintas maneras, que van desde el que no da la cara hasta el que demuestra falta de real liderazgo y reacciona más como jefe que como líder, pero una característica del buen líder es mantener tranquilidad y claridad para asumir el papel  de guía y de solución, que de otro modo, simplemente no se tendrá.

Y aunque cueste, es obligación del líder saber que en estas apuestas de los hechos se puede ganar o perder y actuar en consecuencia, por el bien de los representados.

La necedad en la idea de ganar a como dé lugar, crea escenarios de grandes derrotas que no tienen vuelta de hoja, en el entendido del refrán popular de que “a cada capillita le llega su fiestecita”, y que la vida de un organismo es como el día que tiene su inicio, su mediodía esplendoroso, al final la noche que dice que el día terminó, que se acabó y no va más .

Es el caso del Grupo Universidad, NO DE LA UNIVERSIDAD, que parece vivir la caída de la noche.

Los cuestionamientos de lavado de dinero, conflictos de interés y negocios chuecos con gasolinas con el común denominador de corrupción, no son contra la casa de estudios, sino contra el Grupo de vivos que han usado a la UAEH como pretexto para sus negocios.

Y es en este caso donde se debe ver quién es el líder.

Dos personajes han saltado a la palestra para enfrentar la situación: el Rector Adolfo Pontigo y Gerardo Sosa en su papel de Presidente del Patronato, y por ley, el responsable del manejo del dinero.

Los dos han jugado un papel lamentable, aunque hay que decirlo, que el Rector pese a usar argumentos de defensa pobrísimos, pues se tiró al suelo hablando de todos los afectados por el congelamiento de las cuentas en un drama de alcances humanitarios, que se le cayó cuando Santiago Nieto de Hacienda dijo que la UAEH tendría dinero para esas obligaciones, digamos que  por lo menos en su lenguaje fue correcto.

Pero el que no se midió y se mostró en plan de villano de cantina corriente, fue Sosa, pareció aterrado ante la situación, perdido ante las denuncias y falto de razones para defenderse, recurriendo a frases agresivas y hasta torpes para dar la impresión de valentía y coraje para enfrentar los hechos.

“Somos chin… #%#%…” dijo, para explicar por qué tenían tanto dinero, y que poner en riesgo salarios y prestaciones, “eran chin… %#£€”, y remató diciendo que no tenían madre los que hablaban mal de la Universidad.

Chulada de Presidente del Patronato.

Vaya lenguaje del Presidente del Patronato, el señor licenciado Gerardo Sosa, que en reunión con sus fans en el Ceuni, lució lo mejor de su lenguaje para despotricar contra quienes acusan a la Universidad (nunca dijo Grupo Universidad), de acciones de cuidado en el manejo del dinero.

De que está enojado, no hay duda y de que no parece tener argumentos valederos para revertir las acusaciones, también.

Ciertamente pierde liderazgo, por este caso y más por su lenguaje que lo exhibe como apanicado y con temor… tanto que echando mano a los fierros quiere pelea.

Una actuación como en sus mejores días de dueño de la FEUH y lejos, muy lejos, del alto funcionario, dueño pues, de la  universidad.

Y así no se puede dar una pelea digna por muy agresivo que sea.

Es cuestión legal, no de albures o de expresiones cantineras (con el perdón de las cantinas, cantineros y clientes).

Bien dicen que el pez por la boca muere, y este… ya boquea.

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