ALGO NO CAMINA BIEN
Estamos en un momento de mucha confusión, en que no hay claridad en la conducción del país, por una política de confrontación de parte de los que ganaron y de parte de los que perdieron, con un resultado fatal para México y sus estados y de manera principal contra las familias en sus derechos a lo básico, como es el empleo, la seguridad, la educación y el bienestar de los niños y de las mujeres.
De parte de los que mandan, todo es malo si no viene de ellos, poniendo como causa principal la corrupción, que por otro lado apenas da avisos de lanzarse contra los culpables, aunque para esta hora más se vea como recurrir al circo cuando se ve que se pierde la confianza de los ciudadanos que la entregaron total, a la causa de AMLO, con lo que permitieron que llegaran a puestos de poder verdaderos enanos que avergüenzan por su torpeza y falta de capacidad.
No otra cosa son las propuestas de gentes como Félix Salgado Macedonio, senador y presidente de la Comisión del Senado y con un sentido tan absurdo del ejercicio político, pero convencido de que tiene poder, como para amenazar con acabar con instituciones si no hacen lo que él entiende como política nacional.
Y qué decir de quienes tienen encargos en el gabinete federal y no dan una o por lo menos no acaban de demostrar tamaños como la secretaria de Energía Rocío Nahle, que parece caminar a ciegas, en una tarea fundamental para México, lo mismo el Secretario de Comunicaciones y Transportes que sólo crea confusiones con su actuar.
El presidente parece caminar cada vez más solo, porque su equipo no es capaz de hacerle ver los hechos en que se equivoca, y por el contrario lo que buscan, es elogiar y justificar al jefe, en una actitud de absurda sumisión que le provoca mucho daño al presidente.
El resultado es de enorme confusión y dudas.
Es cierto que AMLO todavía goza de mucha confianza, pero ¿Cuánto más?
Lo grave del asunto es que algunas decisiones lesionaron ya a la población más débil, como son las mujeres y los niños y no hubo nadie de sus gentes que le hiciera ver que por ese camino no.
Vaya ni la señora Tatiana, o la tía Tatis tan dada a los reflectores dijo nada, cuidando, eso se ve, su capital político para lo que pudiera venir.
La oposición se mueve con pies de plomos en busca de asentarse después de la paliza de julio y la verdad medio da color, pero no mucho.
EN CASA…
La situación está clara.
El Grupo Universidad ha jugado sus cartas para desestabilizar al gobierno de Fayad sin lograrlo, porque el gobernador de Hidalgo es de los pocos políticos que realmente entiende a Obrador, hasta convertirse por trabajo y resultados en uno de los mandatarios estatales más cercanos al presidente, lo que no le ha gustado a sositas, morenistas, untistas, antorchistas y políticos del PRI fuera de la nómina, que brincan para hacerse presentes o para estorbar con lo que pueden, incluso intentando brincar al barco de Morena como lo hizo Canek Vázquez, antes tricolor con privilegios y ahora morenista de corazón, aunque lleve en su pecho los colores tricolores.
La buena relación de OMAR con el jefe de la Nación, y su buen equipo de colaboradores, ha frenado las intentos de Sosa que en un principio se sintió fuerte, y a través de sus diputitinos intentó juicio político y desaparición de poderes en Hidalgo, soñando que sería su ocasión de llegar al poder por el camino que mejor le favoreciera.
Pero no.
Y ahora con la bronca de los 150 millones de dólares o más, en conflicto por posible lavado y manejo raro, está cada vez por lo que se ve más lejos del presidente y más cerca de perder la cabeza.
Sin embargo falta todavía el juicio final de su caso, como le sucedió a Charrez que todo indica perdió de todas, todas, y su sueño torpe de querer ser gobernador se acabó, como todo indica se le terminó a Sosa, que ahora lucha por no perder su reino de la universidad, donde ya lo dijo Obrador “caciques no, ni quienes se beneficien de dinero que obtienen a nombre las casas de estudio”.
Como que sonó a sentencia.
Pero es evidente que algo no camina bien…