ALFIL NEGRO

LOS QUE SE VAN DEL PRI
¿POR DIGNIDAD O POR AMBICIOSOS?

Conforme se terminan los días para la asignación de las candidaturas para la gran elección del primero de julio de este año, se van conociendo casos de  priistas que anuncian su salida de este partido por razones, según dicen, de conciencia y convencimiento de que ya no es el partido que les llenaba el alma para cambiar este país o porque no ha creado el ambiente para crecer en libertad y sana convivencia.
Si es así, se les debe aplaudir, pero es donde radica la duda, pues por el tiempo en que se da este salto cuántico del barco tricolor y el aterrizaje que dan o pretenden dar para afianzar alguna candidatura con nueva camiseta, parece que más que una actitud de dignidad lo que los mueve es la ambición del poder, que sienten se les niega en su partido de origen y lo buscan en otros colores donde los reciben en algunos casos con los brazos abiertos, en opinión de algunos, a cambio de las bíblicas 30 monedas.
Desde luego tienen todo el derecho de cambiar de uniforme cuantas veces quieran, que para eso hay libertad de tránsito en México.
Otra cosa sería, cuestionar la ideología y la lealtad a un partido y a una manera de pensar, pero a estas alturas parece que eso no tiene la menor importancia como diría Arturo de Córdoba.
Un caso que llama mucho la atención porque tiene muchas lecturas es la de CANEK VÁZQUEZ, al parecer hasta ayer priista distinguido y después de la carta que envió al Presidente Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza no lo es más, pues le dice que renuncia a una militancia de más de 25 años porque el PRI ya no es el partido con el que muchos se identifican, porque las decisiones que se han tomado han mermado la identidad de los priistas.
Añade por aquello de las dudas que no es una decisión arrebatada ni por causas exógenas y menos por causas que motive otro partido en el contexto del proceso electoral en curso.
Para acabar pronto, dice que se va porque ya no le convence el PRI, no porque vaya a buscar una candidatura en otro partido, porque los tricolores no le dieron esta posibilidad.
Lo cierto es que ya se habla de que será candidato por MORENA en el distrito 7 de Tepeapulco y ya se sabe que si el río suena es que agua lleva.
Que los priistas, o más bien algunos priistas salten del barco no es extraño. El 19 de febrero Sosa Castelán oficializó su salida alegando la pobreza y atraso del estado y el hecho, según él, de que la crítica constructiva se viera como indisciplina y el debate abierto como una forma de confrontación y enemistad. Dijo adiós al que fue su partido durante muchos años en lo que para muchos pudo ser el inicio del fin de sus sueños de poder.
Eso dijeron, aunque también pudo ser la manera de querer buscar el poder de manera más libre, pero al parecer como quedó demostrado con su huelga fallida con más frenos que antes.
También el 3 de noviembre del 2015 se fue del PRI Julio Menchaca, con una carta dirigida a quien entonces dirigía al partido en Hidalgo, señaló que renunciaba al partido en el que había militado con decoro. Quizá una salida que le debió de doler a los priistas, porque era un militante de valía.
En 2001 se fue Guadarrama, eterno soñador de la gubernatura y todos los puestos de elección que se han presentado con la camiseta que sea.
Muchos priistas se han ido.
La pregunta es válida… ¿Se van por dignidad o por ambiciosos?
¿USTED QUÉ CREE?
En todo caso ¿dónde queda la disciplina y la lealtad?, dos virtudes partidistas que al parecer ya no cuentan en esta hora en que brincar de un partido a otro, es un arte, el arte de los chapulines que se da en el PRI, en el PAN, en el PRD, en el PANAL, en todos, todos los partidos… el chiste es agarrar hueso como se dice coloquialmente.
Eso parece….

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