524 MIL VOTOS LE DAN TODO EL PODER A OMAR FAYAD
En esos días de lucha electoral, en que los dolidos sacan las uñas y enseñan los dientes, en que los trapecistas de doble y triple túnica escenifican el juego de la dignidad y con bombo y platillo anuncian en plaza pública que renuncian a su partido político porque no responde a su ideal de la democracia, aunque todo mundo conozca su sainete grillo, en que Judas se mueve como pez en el agua en busca de sus treinta monedas de poder, hay una figura que los frena por la fuerza que le da la ciudadanía manifestada en una elección histórica del 5 de junio del 2016: el gobernador OMAR FAYAD, que con más de 524 mil votos significa la voluntad de los hidalguenses en el ejercicio del poder.
La lucha por el poder es despiadada y no reconoce ni siquiera a gente de los mismos colores, como queda de manifiesto en la manera poco digna de comportarse de algunos priistas que en algún momento le anunciaron al gobernador que se la cobrarían en tiempos electorales, con lo que retrataron su estatura de enanos acostumbrados a los cargos altos y las nóminas abultadas.
Todo como respuesta a la decisión de Omar de dejar fuera a una clase política rebasada y abusiva, que en los últimos días se van conociendo como corruptos y abusivos con el dinero público.
Su anuncio en la toma de posesión como Gobernador de dar una batalla sin tregua a la corrupción, con un Sistema Estatal sobre este tema y una contralora de hierro en la persona de Citlali Jaramillo, no cayó bien en algunos personajes que le movieron las aguas, ofendidos por lo que consideraron una cacería de brujas y que ahora se ve como un acto de justicia para Hidalgo en contra de personajes que se sentían intocables pero con mucha cola para pisarles.
Sin embargo, lejos de sentir vergüenza por todo lo hecho pensaron o piensan que todavía tienen fuerza y poder para pelear en esta hora, para tener opciones de poder.
Y así Sosa Castelán desde su isla de poder, sobre todo económico en el Grupo Universidad y con el cuento de lugares increíbles de la UAEH a nivel nacional y mundial, de acuerdo a instancias de medición que les favorece, aunque otras no tanto, sin dejar de reconocer sus logros, se alcanza la puntada de plantear casi un gobierno alterno, cuando ya en alguna ocasión una encuesta en la misma Universidad mostró que los estudiantes lo rechazan para ejercer el poder.
Los signos hablan de que el sol de Sosa está en su ocaso y de que se avecinan nuevos tiempos para la Universidad, por la sencilla razón de que los tiempos en que todo se le daba a él, se acabaron, porque hay gobernador responsable que nada le debe, que es consciente de sus obligaciones con La Universidad, pero no con el grupo de grillos que incluso se niega a rendirle cuentas a los hidalguenses del manejo del dinero con el cuento de la autonomía.
Quizá lo que muchos no quieren entender es que más de medio millón de ciudadanos en una votación histórica le dieron a OMAR FAYAD toda la autoridad para ejercer el poder como Gobernador, y que en nombre de esos ciudadanos debe actuar para poner las cosas en su lugar les guste o no a algunos.
Y ya se sabe que la voz del pueblo es la voz de Dios…
Es lo que dicen los que saben de esto.
