COMO QUE A MUCHOS LES DUELE
QUE OSORIO SIGA FUERTE Y QUE
SEGURAMENTE VAYA A SERLO MÁS
Curioso es el caso de MIGUEL ÁNGEL OSORIO, que estuvo a un paso de ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República y que seguramente con mediciones, suponemos bien hechas, se decidió que no encabezara la lucha por Los Pinos y que mejor fuera un personaje ajeno al PRI, por lo mismo sin cuentas pendientes para la campaña, que por cierto traían los aspirantes de las otras alianzas bien preparadas, para lanzarlas como misiles en contra de Osorio, en discursos hasta de lodo como se puede ver en las expresiones del llamado chico maravilloso o cosa por el estilo del PAN, Ricardo Anaya y ni se diga de López Obrador que una y otra vez pedía como contrincante a MAO.
Su salida de la carrera presidencial provocó reacciones diversas en los opinadores y en el priismo local sobre todo y nacional también.
Hubo y hay desilusión, porque el ex gobernador del estado representaba por su trabajo y militancia el reconocimiento al priista trabajador y comprometido, era sin duda darle su lugar a la lealtad priista, al político siempre presente en hechos y palabras con su partido, para decirlo con palabras coloquiales, darle la oportunidad que con esfuerzo y con virtudes de partido se había ganado.
Todo porque de pronto el partido optó por darle la bandera de la lucha a alguien que ni priista es, sólo con carácter de simpatizante, que para estas alturas se debe entender como su mayor virtud, porque de golpe y porrazo deja de lado los ataques personales que los contrincantes de la batalla tenían listos contra otro competidor.
Y todo legal por las reformas a los documentos del partido en su asamblea nacional.
Sin embargo es muy llamativa la reacción de muchos opinadores incluidos los de casa que ven las cosas, dentro de la libertad que hay y qué bueno que así sea, desde la óptica de la derrota absoluta de OSORIO en que pierde todo y no gana nada.
Y parece que la cosa no camina por ahí, pues el PRI no es de los partidos que entrega el poder así tan fácil, aunque haya signos que pareciera decirlo de esa manera.
Lo que se ve es que busca ganar la Presidencia con un candidato que no enfrente problemas serios, por los pecados del partido para mantener el poder y ejercerlo a plenitud a través de sus mejores hombres.
Es decir que la administración la hagan las gentes que conoce MEADE, que de eso sabe mucho, pues no por algo es un funcionario con experiencia probada, honrado y capaz.
Pero la política fuerte, el manejo del país en sus renglones poderosos no parece ser para un maestro de universidad, por muy preparado que esté, ya que para esas peleas de gladiadores hacen falta eso: gladiadores, gente que conozca grupos y hombres, resortes y trampas, tiempos de nubes grises y de tormentas de nieve, a los que no les asusten los relámpagos de los aguaceros.
Por eso la urgencia del partido en construir un Senado poderoso con OSORIO al frente desde donde se pueda manejar la política con tino y con energía. Y Una Cámara de Diputados en iguales circunstancias, que puedan arropar al Presidente si ganan o darle la batalla con éxito a quien llegue si no es de su partido.
Osorio sería una especia de vicepresidente desde el Senado, con lealtad al Presidente porque es hombre de lealtades, pero con el sentido real del poder para ejercerlo en bien del país.
De esa manera el PRI mantiene el poder con éxito, si gana desde los Pinos y desde las Cámaras, y si pierde desde las Cámaras, particularmente desde el Senado con OSORIO con poder y con experiencia que nadie en su sano juicio le puede escatimar.
De ahí la importancia de gente como NUVIA MAYORGA, JORGE ROJO, VÍCTOR VELASCO, PAULA HERNÁNDEZ y muchos más que conforman un equipo que está más presente que nunca.
Por eso, quienes hablan de OSORIO como una carta perdida o ya sin valor, parece que se equivocan.
Sin duda permanece como la apuesta más fuerte del PRI aunque en otra forma para mantener el poder.
Cuestión de que corra el reloj….
