“Alepo venganza”, gritó antes de tirotear al embajador ruso en Turquía

Los errores de los gobiernos y sus consecuencias

El atacante, un policía de 22 años, antes de disparar gritó «Allahu Akbar» (Dios es Grande); “No olvidéis Alepo, no olvidéis a Siria”
El embajador de Rusia en Turquía, Andrey Karlov, murió después de sufrir un ataque armado. El asesinato se produjo mientras el diplomático inauguraba una exposición fotográfica en el centro de arte de Çagdas, en Ankara.
Karlov fue rápidamente trasladado al hospital para recibir tratamiento urgente. Al menos tres personas también fueron evacuadas al mismo centro médico, ya que el embajador no fue el único herido, señalaban primeras informaciones.
El atacante, un policía de 22 años, antes de disparar su pistola, gritó «Allahu Akbar» (Dios es Grande). A esto añadió: «No os olvidéis de Alepo, no os olvidéis de Siria». El hombre, vestido de traje, al estilo de los guardaespaldas, se atrincheró en el edificio tras el ataque, aunque pocos minutos después la policía consiguió «neutralizarle».
Desde la ofensiva del régimen de Bashar Al Asad, con la ayuda clave de Rusia, la hostilidad de la opinión pública turca contra el Gobierno de Moscú había aumentado notablemente. Diversas manifestaciones se han organizado frente al consulado general de Estambul, que mantiene una alta presencia policial en sus puertas.
No obstante, durante los últimos meses Rusia y Turquía han mostrado, a pesar de sus diferencias sobre la continuidad de Asad, un entendimiento en numerosos puntos en lo referente a la guerra en Siria.
Este violento episodio se produce solo un día antes de que este martes se reúnan en Moscú los ministros de Exteriores de Irán, Rusia y Turquía. No hay duda de que la muerte del diplomático ruso en territorio turco añade más leña al fuego de la guerra en Siria.

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