BERLÍN.- Los nuevos y efectivos controles impuestos por Alemania en sus fronteras han llevado a la expulsión cada día de entre 100 y 200 personas que carecen de motivos suficientes para solicitar asilo en el país, aseguró el ministro del Interior, Thomas de Maiziere.
En las dos primeras semanas de enero el país europeo rechazó a unas dos mil personas en sus fronteras.
“A las personas que huyen de la guerra y persecución les ofrecemos seguridad y protección aquí en Alemania”, aseguró el ministro en declaraciones al dominical Bild am Sonntag. “Pero quienes no solicitan asilo y quieren entrar al país no tienen derecho de estar aquí”, afirmó.
Según datos de la publicación con base en la información del Ministerio, desde el 1 de enero unos dos mil refugiados al día cruzan la frontera.
Pero, según De Maiziere, desde el 13 de septiembre los fuertes controles introducidos por el país han ayudado a solucionar los problemas que tenía antes la policía con el registro de los recién llegados.
De acuerdo con el ministro del Interior, la policía alemana controla y registra cada día a unos tres mil 500 inmigrantes cerca de la frontera, con lo que casi todos pueden quedar inscritos antes de ser repartidos en los estados federados.
Sin embargo el sindicato de la policía alemana GdP no comparte la versión del ministro y aseguró que la institución policial sólo tiene capacidad para controlar apenas a un mil personas en la frontera con Austria.
El vicepresidente del sindicato, Jörg Radek, aseguró a diarios del grupo Funke, que la mayoría son enviados al Ministerio de Migración y Refugiados.
Radek criticó que De Maiziere quiera transmitir la falsa impresión de que la situación está totalmente bajo control.