Alcoholismo

De adicto a ADICTO
Pensamientos, psicóticos, patológicos y obsesivos

Las características de mi enfermedad:
Esta enfermedad, la mía, es muy cruel, genera en mí un mar de sufrimiento, provoca una soledad aguda, prolongada, soy la tristeza andando, ando, que no me calienta ni el sol, mal y de malas, mi enfermedad es mental, no veo mis daños, ni mis actitudes, el abuso en el consumo de sustancias tóxicas, me han enfermado considerablemente y me domina la negación, no acepto que tengo un serio problema de salud, es la droga por la  que me denigre, me humille y establecí una fuerte dependencia, con el alcohol, la cocaína, morfina, los antidepresivos y el cigarro, mis adicciones, me hacen un enfermo físico con demasiada ansiedad, soy un neurótico empedernido, no se manejar mis temperamentos, carezco de tacto y de equilibrio, no aplicó para nada la llamada inteligencia emocional, lo que me convierte, en un enfermo emocional, de ahí, nacen mis actitudes infantiles, inmaduras, explosivas e irritantes, entonces, soy un enfermo mental, emocional, físico y espiritual, es, mi enfermedad, una enfermedad maldita, perversa del alma, la que yo llamo la Saliva del Diablo, es por si fuera poco, incurable, no hay cura, no es un resfriado, es progresiva, todos los días crece como la espuma en todas las características que la distingue, la madre de mi enfermedad, se llama soberbia, la que alimenta mis egos, me hace caer y vivir en el autoengaño, me nutre de la negación, la no aceptación, me creo y me siento hecho a mano, vivo fuera de la realidad y se distingue por un gran vacío interior, ausente de sano juicio, carente de algo mágico, que se llama autoestima, mi enfermedad, tiene otro complemento, mi  lado espiritual, soy un ser, sin esa esencia, sin amor propio.

Delirios de persecución, visuales, auditivos
Cuando le regalo mi historial a un joven, cuando le informo de todo lo que he aprendido de esta perra enfermedad, me responde.- A mí no me ha sucedido nada de eso.- Veo que no visualizan lo perverso que es esta enfermedad, luego, cuando pasa un par de años, me los encuentro y su lenguaje corporal los delata, ya están en el callejón sin salida, viviendo en blanco y negro, dependiendo de la sustancia, ahora, tiempo después, son víctimas de los estragos de la marihuana, de esa droga, que no te provoca daño, ni causa accidentes viales, no te deprime.- Nadie ha muerto de sobredosis de mota.- y los veo, amarillos, ojerosos, tristes, apagados, atrapados por la pereza y la apatía, en muchos casos, usando otro tipo de drogas más fuertes como el cristal, cuando hablo de mis celos obsesivos, patológicos, psicóticos, obsesivos, ya sabes, me dicen.- No soy celoso, a mí nunca me ha pasado.- Y solo digo entre mi.- Espérate, que tanto es tantito.- Nunca digas de esta agua no he de beber y estos adictos, jóvenes o no, alcohólicos, drogadictos, comienzan a tocar fondos y entre más consumen, mas quieren, han despertado la compulsión, la ansiedad y el cuerpo quiere cada vez más, drogas de mayor impacto y les dicen, a mí me pasó, yo comencé fumando prendiéndole en la estufa los cigarros a mi abuela, al final, me chutaba casi tres cajetillas de cigarros, me inyectaba tres miligramos de morfina, tres veces o más al día, me intoxicaba con pastillas antidepresivas, me tomaba unas botella diaria de vodka he inflamaba más de diez pases de cocaína, me la pasaba drogado, me derogaba para vivir y vivía para drogarme, claro, no lo entienden, porque así es eso, cada quien tiene que vivir su propia experiencia.

Me volví loco, perdí el sano juicio
En mis crisis de alto consumo, me mente enferma me hacía ver cosas fuera de la realidad, escuchar voces y ruidos que no existían, se adueñaron de mí, mis delirios de persecución, cuando iba manejando, tenía  la certeza de que me venían siguiente, gente mala que iba a hacerme daño, andaba siempre, con el Jesús en la boca, en los hoteles, generaba que de un momento a otro muchos sicarios entrarían a mi habitación, llegué a imaginar que bajarían de un helicóptero que habría de aterrizar en la alberca del hotel, por las noches, escuchaba voces, risas y en los ductos  de aire, sentía la presencia de dos tipos, ahí adentro que de un momento a otro bajarían para matarme, mis delirios, obsesivos, provocaban que yo pusiera papel o trapos impregnados de alcohol, les prendía fuego y clarito escuchaba como salían corriendo, leía en las paredes mensajes escritos con tinta sangre, con amenazas de muerte, dejaban en mi escritorio, notas agresivas y ofensivas, así como casetes que yo escuchaba con música satánica, dormía con cuchillos, uno en cada mano, desconfiaba de todos, pensaba que todo el mundo quería hacerme daño y mi mente enferma, sacaba sus propias conclusiones y lo viví, lo sufrí e hice sufrir a mis seres queridos, a mi madre, a mi esposa, se de esos pensamientos tóxicos, enfermizos, fui víctima de ellos, vi, muchas veces una tarántula del tamaño de mi mano, que subía por mis pies, piernas y tórax, horrible, peluda, dientuda y unos ojos muy feos, pero ya sabes, cuando platicas con un borracho, te dice.-. Yo no me drogo, solo uso alcohol.- ¿Y el alcohol que es, no sabes que es una droga que tarde que temprano despertará esta mente enferma de la que estoy hablando?
 
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Delirios o ideas delirantes
Son creencias falsas que la persona sostiene firmemente y que son irreductibles a la lógica. Para ello la persona que padece el trastorno psicótico se apoya en algunos detalles de la realidad, aunque los interpreta de una manera errónea. Estos pensamientos son de los siguientes tipos, Delirios de persecución: La persona cree que hay alguien o algo que lo está siguiendo o vigilando. “En casa me espían con cámaras, cuando voy por la calle noto que alguien me sigue…”, Delirios de grandeza: La persona cree que posee poderes especiales. “Me siento elegido para hacer una misión, me comunico directamente con Dios”, Delirio de perjuicio: Cuando la persona cree que hay alguien intentando dañarle o perjudicándole de alguna forma. “Sé que están montando un complot en mi contra, hay gente que intenta envenenarme”, Delirios somáticos: Cuando la persona cree que tiene sensaciones extrañas en su propio cuerpo y normalmente sospecha que están provocados por algo o alguien que intenta dañarle. “Creo que partes de mi cuerpo se desvanecen, o cambian de forma, no me funciona el intestino desde hace meses…, Delirios erotomaníacos: Cuando la propia persona cree que es el objeto de enamoramiento de otra. “El Rey de España está siempre pendiente de mí, no para de mandarme señales Delirios celotípicos: La persona sospecha que está siendo engañado por alguien. “Mi marido se está viendo con otra, olí perfume en su chaqueta”, Delirio de referencia o autorreferencialidad: La persona sospecha que la gente de habla de él, incluso desde los medios de comunicación. “Me miran en el metro, me observan y están pendientes de todo lo que hago, hablan de mí en las canciones…”  Nadie quiere un drogadicto en casa, nadie desea ver a su hijo con delirios de persecución, pensamientos psicóticos, patológicos, obsesivos, nadie, nadie quiere ser víctima de esta perra, maldita enfermedad, perversa del alma.- LA SALIVA DEL DIABLO, estoy seguro, que     NADIE QUIERE.-     Tratamiento ambulatorio, para jóvenes que apenas empiezan.- Sin internamiento.- 614 2 56 85 20.-. Gracias por  leerme y más por escribirme: ernestosalayandia@gmail.com  más información en montrealquebeclatino.com

 

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