El gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido, reconoció que 13 alcaldes de la entidad recibieron amenazas de la delincuencia organizada antes de tomar protesta, y sostuvo que el móvil del asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, tiene su origen en la intención de “instalar un ambiente de terror” en la entidad.
En una declaración de prensa el gobernador sostuvo que los presidentes municipales electos, la delincuencia les exigió rechazar el mando único y permitir designar a los directores de seguridad; entregarles los contratos de obra pública, pagar “una renta mensual” en efectivo, equivalente a 10 por ciento del presupuesto de cada alcaldía; y a otros más el control absoluto de espectáculos artísticos y palenques.