
EFE.- Alain Cocq, un francés de 58 años que había retransmitido en 2020 su intento de acabar con su vida dejando los tratamientos de alimentación tras décadas con una enfermedad incurable, falleció ayer en Suiza, país al que acudió para recurrir a un suicidio asistido legal.
“Alain Cocq ha fallecido. Lo hemos acompañado a Berna, donde ha obtenido lo que la Francia le negaba: morir con dignidad”, anunció en Facebook su abogado, Jean-Luc Romero.
Romero se mostró “feliz” por su amigo, que reclamaba este recurso desde hace años, pero “triste” porque Francia “no escuche el sufrimiento” y les obligue a “huir para morir con dignidad”.
La Asociación por el Derecho a una Muerte Digna lamentó también la situación a la que ha tenido que recurrir Cocq.
En Francia está vigente la ley Léonetti, que autoriza únicamente la sedación profunda para enfermos terminales. Una ley que para muchos es “una aberración” pues deja al margen las enfermedades neurodegenerativas.