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Agustín Carstens ridiculiza al presidente

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Agustín Carstens ha puesto en ridículo al presidente Enrique Peña Nieto, quien afirmara que los aumentos internos en los precios de las gasolinas es producto del incremento internacional de sus precios

DATO
Carstens ha dicho que el efecto del incremento de los precios de los hidrocarburos y la electricidad sólo impactará levemente la inflación, cuya meta es de más o menos 3% para este año, lo que podría llevarla hasta 4% en 2017

El aún gobernador del Banco de México (BANXICO), Agustín Carstens, quien en diciembre pasado presentó su renuncia a este cargo a fin de asumir el 1 de octubre de este año la gerencia del Banco de Pagos Internacionales (BIS), ha puesto en ridículo al presidente Enrique Peña Nieto, quien afirmara que los aumentos internos en los precios de las gasolinas es producto del incremento internacional de sus precios, señalando  que “se trata de un aumento que viene del exterior…” y que “…el ajuste del precio de la gasolina no se debe a la reforma energética ni tampoco a un aumento en los impuestos. En el último año, en todo el mundo, el precio del petróleo aumentó cerca de 60%”, olvidando que el desplome de los precios ha obligado a los países petroleros a pactar para estabilizarlos.

Agustín Carstens, durante su intervención en el Seminario de Expectativas Económicas 2017 en el ITAM, ya sin nada que perder, salvo la amistad del presidente y de sus amigos dentro del PRI y el PAN, para cuyos gobierno ha trabajado en los últimos años, al referirse a la liberalización del mercado de las gasolinas ha dicho que “el Banco de México, yo en lo particular, lo veo como una medida adecuada, es parte de las reformas estructurales”, precisó el gobernador de BANXICO.

Y en efecto, aunque en el corto plazo y en la forma en que el gobierno a iniciado la liberalización del mercado de las gasolinas, sus precios tenderán al alza durante un tiempo; mientras que  a largo plazo, y en función del aumento de los competidores (oferentes de gasolinas), los precios deben reducirse; lo anterior, debido a que los consumidores premiarán a aquellas empresas que ofrezcan gasolina más barata y de mejor calidad; a aquellas gasolineras que les den litros completos, de calidad y a precios más bajos. Por supuesto, las empresas que no puedan hacer frente a la competencia van a desaparecer del mercado.

La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), ha recomendado eliminar todas las restricciones regulatorias que condicionan hoy la venta al público de hidrocarburos y limitan la competencia entre empresas que ya operan en el mercado y aquellas que desean entrar a él, creando barreras a la entrada; las cuales demuestran la incapacidad del gobierno para hacer que ese mercado de las gasolinas opere de acuerdo a la oferta y la demanda como ha dicho.

Aunque el impacto político de la liberalización del mercado de las gasolinas será un lastre para el gobierno y el PRI, muy difícil de superar de cara a las elecciones generales de 2018, lo mejor que podría hacer ahora es eliminar las cinco etapas previstas para este proceso y los precios máximos; eliminar todas las restricciones para la venta de gasolina y dejar que sea la oferta y la demanda quien determine sus precios.

Ello permitiría avanzar más rápidamente en ese proceso, eliminar la especulación y la escasez que se producirá por obvias razones, pues habrá quienes deseen acumular existencias de gasolina barata, a fin de venderla más tarde a precios máximos. Además, este proceso escalonado no hará otra cosa que agudizar los problemas actuales y la inconformidad de los ciudadanos a lo largo de 2017, creando un ambiente que afectará los resultados de las elecciones en 2018.

Carstens ha dicho que el efecto del incremento de los precios de los hidrocarburos y la electricidad sólo impactará levemente la inflación, cuya meta es de más o menos 3% para este año, lo que podría llevarla hasta 4% en 2017; sin embargo, dudo que los incrementos en la energía que mueve la economía nacional puedan tener sólo ese efímero impacto al concluir el año y seguramente veremos un aumento generalizado de los precios hasta del 5%.

En todo caso, el daño al gobierno y al PRI ya se lo ha hecho el mismo gobierno, los resultados de estos errores se verán reflejados en las elecciones previstas para este año; pero particularmente, las elecciones para elegir el gobernador del Estado de México mostrarán de qué está hecho el PRI y la fortaleza del gobierno actual. Ellas serán un preludio de lo que puede pasar en 2018.