Agenda Legislativa, lejos de los intereses de los ciudadanos

La trasparencia será siempre un sueño mexicano, el país sin corrupción, es país más seguro, el país del pleno empleo, el país sin pobres y mendigos, el país sin desempleados ni economía informal.

 

Faltan dos años y medio para renovar el Senado de la República, para hacer lo mismo con la recién electa Cámara de Diputados y elegir nuevo presidente. La agenda de ambas cámaras siempre es un tema de discusión, una enorme lista de problemas pendientes que normalmente nunca se agotan en las legislaturas, mientras que el país espera soluciones para múltiples problemas que afectan su nivel de vida.

 

El periodo ordinario de sesiones dio inicio este lunes y la noticia más destacada ha sido que los partidos mayoritarios representados en la Cámara de Senadores -Partido Revolucionario Institucional (PRI); Partido de Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD)- ya han definido sus agendas, las cuales coinciden en los temas de:seguridad pública;uso de la mariguana con fines medicinales;ley anticorrupción, transparencia, desaparición de dominio y desaparición forzada y tortura, éstas últimas debieron estar listas en el mes de enero pasado.

 

¿Qué es los que le interesa al ciudadano, al mexicano “de a pie”? sin duda, poder tener un trabajo y seguridad social, poder realizarse y contar con un salario digno, con ingresos suficientes para sufragar los gastos de su familia; le interesa no ser victima de cobros excesivos de la CFE y de las compañías de teléfono, poder salir de su casa sin la preocupación de que quizá no vuelva o sea asaltado.

 

El tema de seguridad se ha vuelto en los últimos 15 años en un problema sin solución, quizá es al que más tiempo le han dedicado los legisladores y donde más se ha legislado, sin que ello tenga un impacto contundente en frenar la inseguridad y hacer del país un “México en “Paz”, como dice la retórica dentro del Plan Nacional de Desarrollo y el discurso público del gobierno federal.

 

Y con ello, todos los analistas apuntan desde ya, que el tema de la seguridad será el tema de discordia entre los legisladores, pues cada bancada quiere su propia reforma. Así que, veremos largas discusiones sobre este tema y la búsqueda de consensos entre los partidos, pero al final veremos la formación de alianzas y acuerdos para imponer unas ideas a otras, dejando la idea del consenso para mejores momentos.

 

La corrupción ha sido el problema más grave que ha afectado al país, pero a pesar de las promesas que hizo el presidente Enrique Peña Nieto para luchar contra ella y extirparla, su sexenio parece estar hundido en las viejas prácticas de trafico de influencias y corrupción, el tema de la fuga de “El Chapo”, la compra de la Mansión millonaria de la Primera Dama y de otra igual por su secretario de Hacienda, son sólo un pequeño ejemplo de lo complicado que es no caer en la tentación del poder y sus viejos vicios.

 

La trasparencia será siempre un sueño mexicano, el país sin corrupción, es país más seguro, el país del pleno empleo, el país sin pobres y mendigos, el país sin desempleados ni economía informal, el país del nuca jamás. No es que no se pueda luchar contra esos problemas y hacer de México un país diferente, pero ello implica refundar al país y sus instituciones, implica contar con una clase política que primero piense en el pueblo y luego en los bancos y empresas, que legisle para el bienestar de los ciudadanos.

 

Del tal modo que la Agenda Legislativa será siempre un tabú, un tema de dominio de los partidos y de una clase política cada vez más alejada de la ciudadanía, la cual se divorcia cada vez más de una clase política que ha decidido parasitar por siempre del presupuesto público y que con la reelección ha logrado materializar sus sueños, los cuales están muy lejos de la transparencia, de la rendición de cuentas al pueblo, a los ciudadanos, sino es ésta un show mediático para ganar notoriedad y hacer propaganda para los fines de cada político, en franco desprecio a los electores.

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