Ayer los mexicanos abarrotaron el inmueble norteamericano para los duelos de la Super Copa y Campeón de campeones
Todos portaron con orgullo la camiseta de ese equipo que les acelera los latidos. Da lo mismo si es uno de los que participan durante la doble jornada en el Dignity Health Sports Park o no está. La pasión es la misma de siempre, de no ser por ese dejo de preocupación que les congela.
Porque cuando se escucha la sirena de una patrulla que sólo hace un recorrido de rutina, varios corazones se detienen, se multiplica el sudor.
Las redadas anunciadas por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, contra las personas que no tienen en regla su situación migratoria generan miedo y zozobra.
Las organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos han intentado dar cierta tranquilidad y se han empeñado en remarcar las prerrogativas que cada ser humano tiene, pero no es suficiente.
Se respiró tensión e intranquilidad. Los poco más de 26 mil lugares del estadio fueron ocupados, en buena parte gracias a la presencia del América y el Cruz Azul. No es suficiente para olvidar el entorno. No aparece algún agente de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pero nadie se confío.