CINE PIOJITO
Este fin de semana falleció a los 90 años de edad a consecuencia del cáncer la apreciable directora francesa Agnes Varda.
Nacida en Ixelles, Bruselas el 30 de mayo de 1928, se convirtió en una de las artífices de la nouvelle vague gracias a espléndida Cleo de cinco a siete, un filme de 1962 que narraba la historia de una mujer que esperaba angustiada el resultado de unos análisis médicos.
Le seguiría la controvertida La felicidad, que mostraba el extraño caso de un bígamo que alcanzaba la bonheur del título, algo que no compartía una de las mujeres.
Se casó con el cineasta Jacques Demmy, al que dedicó su bello filme Jacquot de Nantes, poco antes de la trágica muerte del realizador de Las señoritas de Rochefort y Los paraguas de Cherburgo.
Sin techo ni ley le valdría el León de Oro del Festival de Venecia. Hace dos años recibió un óscar honorífico y el premio Donostia en el Festival de San Sebastián.
En la última etapa de su carrera realizó interesantes documentales como Los cosechadores y Caras.
Vino a México a presentar su documental Las playas en la Cineteca Nacional, que le organizó una retrospectiva muy completa, que ella misma presentó.
Con el pelo pintado de azul, muy campechanamente se mostró muy contenta “porque la iban a ocupar toda la semana”.
Es recordada también por ser la promotora del “Manifiesto de las 343” que solicitaba la legalización del aborto.
Descanse en paz esta pionera de la nouvelle vague, que permaneció activa hasta los últimos días de su vida.