Por la cobertura del Brexit en Reino Unido

La prensa conservadora fustiga a los jueces del Brexit como “enemigos del pueblo”

“Uno tiene que ser cuidadoso en sus críticas hacia la prensa, particularmente siendo abogado o juez”, advirtió el presidente del Tribunal Supremo en sus declaraciones a la BBC. Neuberger defendió la integridad del alto tribunal Londres que falló en primera instancia contra el Gobierno en el pleito del Brexit. El ataque concertado de los medios conservadores lo orquestó The Daily Mail, que arremetió contra los “tres jueces activistas” y fustigó especialmente a Terence Etherton, refiriéndose a él como “el primer magistrado abiertamente gay” del Reino Unido.
El presidente del Tribunal Supremo británico, David Neuberger, acusó a los tabloides británicos de “subvertir el estado de derecho” por la cobertura del Brexit. “No hemos sido bien tratados”, declaró Neuberger a la BBC, en referencia implícita a la portada de The Daily Mail que calificó a los jueces como “enemigos del pueblo”, tras el fallo a favor de una votación parlamentaria para poder activar la salida de la UE.
Las críticas del juez Neuberger contra “algunos medios”, se extienden también a la clase política “por no haber defendido más rápidamente y más claramente” la independencia del poder judicial frente al hostigamiento sufrido a manos de los tabloides The Daily Mail y The Sun y del periódico conservador The Daily Telegraph, muy próximo a Gobierno.
Las críticas de Neuberger van también dirigidas indirectamente contra la ‘premier’ Theresa May, que en vez de criticar a los periódicos en cuestión, defendió simultáneamente “la libertad de prensa” y “la independencia judicial”.
May ha dado incluso una paso más allá con el ‘fichaje’ (aún no confirmado oficialmente) del redactor-jefe de Política de The Daily Mail, James Slack, como nuevo portavoz de Downing Street, en sustitución de Helen Bower (superviviente de la era Cameron).
Pese al anatema de los jueces, lo cierto que The Daily Mail, The Sun y The Daily Telegraph se han convertido en algo así como el “tridente” del Brexit , marcando la agenda al Gobierno, asegurando el viraje hacia una salida “limpia” de la UE y consumando de paso el acercamiento a Donald Trump.