CINE DE AYER
La cinta encargada de cerrar la espléndida retrospectiva de Andrés Veiel en la Cineteca Nacional fue Pasión por Actuar.
El realizador de Balagan, sigue durante cuatro años a alumnos que entran a la prestigiosa escuela Ernest Busch de Berlín.
Se trata de Karina Plachetka, Constanze Becker. Prodromos Antoniadis y Stephanie Stremler.
Todos ellos tienen en común su amor por la actuación.
Mientras las dos primeras tienen todo a su favor y el talento necesario que las hace entrar a la escuela sin problemas para Prodomos la cosa no es muy sencilla.
Su tipo dista mucho de ser el de un galán, y quiere especializarse en papeles al estilo del de Travis en Taxi driver.
Sin embargo, la cosa está peor para Stepanie que fracasa en su primer intento de ingresar a la escuela, pero no por eso se frustra, y decide seguir intentándolo, hasta que consigue.
Pero, la desgracia parece perseguirla, pues durante un ensayo se rompe una pierna.
Platchetka y Becker se gradúan sin ningún problema, confirmando el talento que han visto desde el primer momento sus profesores.
Prodromos es amonestado en varias ocasiones, y hasta amenazado con ser expulsado de la escuela, pero su tesón parece ser a toda prueba, pues no solo consigue aprobar, sino que es el primero en aspirar a la internacionalización, yéndose a Nueva York, donde provoca la risa de las representantes, al decir que cree que hace falta su talento.
En cambio Stephanie acaba casada con un judío y se va a Israel.
Die spielwutigen es pues un fascinante testimonio de las vicisitudes que representa la actuación y los problemas que implica dedicarse a la actuación.