
Tras el regreso a clases en algunas escuelas entre las que destacan las universidades, Pachuca ha comenzado a recuperar su movilidad; el transporte público ha comenzado a saturarse e incluso, llevar pasajeros de pie en las horas pico; en los mercados y los puntos de abasto, aunque no se paralizaron por completo durante la contingencia, la gente transita con mayor frecuencia; de igual forma, puede percibirse la movilidad de personas en las calles céntricas de la capital hidalguense.

Partidos de fútbol, salas de cine, bares, cantinas, antros, restaurantes y demás negocios y sitios de esparcimientos, poco a poco, avanzan hacia la “nueva normalidad que se esperaba desde el año 2020; en tanto, la vacunación con el refuerzo del biológico contra el covid-19 sigue su marcha. En las escuelas se siguen protocolos de bioseguridad y, a pesar de la resistencia que todavía hay en algunos sectores, el avance hacia la nueva normalidad parece no detenerse.
Por su parte, estudiantes han comenzado a ocupar las habitaciones que estuvieron vacías por alrededor de dos años, para beneficio de los caseros y personas que se dedican a rentar cuartos, casas y departamentos; y los bares ofrecen promociones a un sector bien definido, por las ganancias que genera el consumo de alcohol entre los jóvenes mayores de edad que acuden a los liceos de Pachuca.

También, hay locales que han sido ocupados por nuevos comerciantes, negocios que no volvieron a abrir, que quebraron y, también, vendedores que se habían convertido en personajes pero que fallecieron al no resistir el contagio por covid-19 o sus variantes.
De esta forma, Pachuca camina hacia una nueva normalidad, aquella que había sido prometida desde hace varios meses, con gente cada día más confiada para salir a las calles para hacer las actividades cotidianas, más allá de las labores necesarias que nunca fueron suspendidas.