ALFIL NEGRO
Los ciudadanos van a decidir con sus votos quién gana la elección el 5 de junio, y se supone que la voz ciudadana tiene que ser no sólo escuchada sino obedecida y que por lo mismo no se valen rabietas, enojos, tirarse al suelo alegando razones nacidas de la frustración en busca de ganar en otras instancias lo que se haya perdido por voluntad de los hidalguenses.
De hecho ni siquiera se debía de plantear la situación de que si aceptarán o no los resultados los ahora candidatos, porque en la tarde noche del 5 ya sabremos quién ganó y quién perdió, porque se tendrán encuestas de salida y otros mecanismos para saber quién ganó y quién perdió, porque es evidente que la lucha electoral se quedó solamente entre JULIO MENCHACA DE MORENA Y CAROLINA VIGGIANO DEL PRI.
Por lo mismo, parece bueno, viendo el modo de actuar de uno y de otro, preguntarse si tanto Menchaca como Viggiano garantizan una actitud responsable y madura ante el resultado de la elección en cualquiera de sus dos posibilidades: ganar o perder.
Y mucho nos tememos que no hay garantías de que se acepten de buen modo los resultados sobre todo si se pierde.
Las personalidades de los dos candidatos fuertes son bien distintas pues mientras Menchaca es más bien tranquilo, reflexivo y de expresiones muy cuidadas, Viggiano es más impulsiva, “echada pa’ delante” dicen sus seguidores y con un discurso fuerte, muchas veces de confrontación.
Las campañas son bien distintas entre estos dos candidatos; Menchaca con propuestas bien medidas y más bien apuntando al compromiso de un nuevo modo de gobernar, austero y honesto, donde no habrá negocios ni nuevos, o más millonarios gracias a la política, y Viggiano con muchas propuestas y proyectos novedosos, en una estrategia sobre todo en redes bien hecha, aunque alejada del modo de pensar del hidalguense.
¿Quién ha mostrado obsesión por ganar, por el poder, a costa de lo que sea en su discurso y en su modo de actuar?
¿De quién se sospecha ya que no aceptará la derrota si pierde y por lo mismo, la misma tarde noche del cinco de junio, iniciará un alegato de robo y trampas?
No, no será una tarde noche tranquila la del cinco de junio, ya lo verá usted.
La historia de siempre, los que pierden sin aceptar la derrota y culpando a otros de los propios errores.
Pero, tarde o temprano, uno gana y otro pierde.
Aunque no les guste.
Porque el que manda es el ciudadano con su voto.
Por cierto, ¿quién cree usted que si pierde no va a aceptar los resultados y, pese a los números de votos que dirán que perdió, no lo va a aceptar y hablará de robos y cosas por el estilo?
¿Quién?
