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Abuso sexual infantil

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DE CUERPO ENTERO
De acuerdo a estudios bien realizados se calcula que una de cada seis mujeres adultas fue víctima de abuso sexual en la infancia, y para el sexo masculino uno de cada diez.

“La educación de la sexualidad desde el jardín de niños, es el camino más corto para prevenir el abuso sexual infantil, hacer un mundo igualitario, y repartir el mundo en partes más iguales”
Juan Luis Álvarez Gayou  (1943-2017) Fundador de IMESEX

Para Maria Luisa el canto del gallo y el aclarar de la aurora solían ser como dos aguijones que le partían el alma. Muy temprano su madre salía para llegar a tiempo al mercado, y apartar ese lugar que era tan disputado para la venta de las chalupas y los tamales; le quedaba muy claro que era la única forma de poder obtener el dinero necesario para los alimentos de sus tres hijos y de su padre, que con el eterno pretexto de que a los viejos nadie los quiere ocupar, había llegado para quedarse.
Maria Luisa desde hacía ya muchos mañanas se despertaba muy temprano, inclusive antes de que su madre abriera los ojos, y solía repasar en un profundo silencio cómo era su vida hasta antes de que su abuelo llegara, muy suavemente sentía un calorcito en su cuerpo cuando como una ráfaga de finos recuerdos sentía el beso que su madre le solía dar en la frente.
Sin embargo mucho de eso ya no pasa. Maria Luisa tienen ocho años de edad y hace más de cuatro meses que no duerme tranquila, su abuelo una vez que su madre sale para el mercado, se acerca a su cama, y con una mirada que no puede apartar de su mente, como si sus ojos estuvieran llenos de sangre, la toca, la mueve como una muñeca sin vida y con frecuencia la lastima. Maria Luisa le tiene miedo, y las dos veces que le ha dicho a su madre, ella le ha recriminado de cómo se atreve a inventar semejantes cosas, si lo único que el viejo le brinda es “amor de abuelo”.
Maria Luisa le tiene miedo a la oscuridad, pero el temor es mayor a su abuelo, y así es que una vez que su madre sale para el mercado, y que sabe que sus hermanitos siguen durmiendo, corre al patio para treparse a un árbol, el abuelo nunca ha podido alcanzarla en la altura de las ramas, y así como un pájaro de colores bellos espera a que el día llegue completo para bajar y ver por su hermanos. Le da mucho miedo la noche, y más cuando sombras tremendas de los árboles vecinos le hacen ver cosas inauditas, espantosas, sin embargo siente más alivio como un pájaro que no vuela, que el estar al alcance de su abuelo. Mientras, con los ojos llenos de lágrimas y con el miedo a flor de piel, se columpia en las ramas del árbol, ha soñado con despertar como antes acurrucada por su madre, en sentir los cariños de su padre quien un día solo así de fácil se fue para no volver.
Maria Luisa solo tiene ocho años.

DEFINICIÓN
Nunca será suficiente para dejar de hablar acerca de este delito, que aunque aparezcan los derechos de los niños, se multipliquen las reuniones internacionales, o empiecen a hablar los menores, mientras exista un menor victimizado, deberemos seguir levantando la voz y los puños contra los agresores que como ratas caminan en la sombras y en en aislamiento.
De acuerdo a estudios bien realizados se calcula que una de cada seis mujeres adultas fue víctima de abuso sexual en la infancia, y para el sexo masculino uno de cada diez.
Debemos entender el abuso sexual infantil, como la manipulación física o psicológica que realiza el adulto sobre el menor, con el objeto de obtener excitación sexual, y usando para ello el toqueteo, la manipulación o la exhibición, siempre mediante la imposición, el chantaje o el engaño.
Así las cosas el menor al principio puede percibirlo como una genuina expresión de afecto, de ternura, descubriendo pronto la intencionalidad dañina del agresor, la víctima casi como reflejo asume una culpa que no merece, y en parte por el miedo a la amenaza proferida, y en parte por la culpa, suele cubrir a su agresor a veces por toda la vida.
Sabemos que el 80 por ciento de los agresores son precisamente las personas encargadas de la seguridad de los menores, lo que lleva al cuestionamiento de: ¿Dónde está pues, el lugar seguro para los menores?

¿CÓMO SABER QUE EXISTE ABUSO SEXUAL?
El lenguaje de los niños suele ser de diversas maneras, creemos muchas veces que el oral es el de siempre y menospreciamos el de las actitudes, el de los mensajes cifrados en sus silencios. Cuando un menor está siendo víctima de de abuso sexual lo grita de mil formas:
-Silencio, cuando antes solía ser el que gustaba de llevar la voz cantante;
-Extrema necesidad de abordar los temas relacionados a la sexualidad;
-Pesadillas abruptas, miedo a la soledad exagerado o a la oscuridad;
-Cambios en los hábitos diarios relacionado a la intimidad o inclusive a la alimentación;
-Aparición de infecciones, lesiones o erosiones en las áreas de los órganos sexuales de los menores;
-Expresiones de inseguridad y aislamiento.
Evidentemente que si un menor presente algunas de las situaciones anteriores, no significa que esté viviendo un abuso sexual, se trata solo de algunos indicadores que nos obligan investigar mediante esa herramienta maravillosa y que solemos olvidar: LA COMUNICACIÓN.
Nuestros niños requieren ser escuchados, en este caso para detectar a tiempo una agresión, pero también hace falta para poder compartir una grata experiencia de amor y de afecto.

ACCIONES ANTE EL ABUSO SEXUAL

Sin lugar a dudas el camino más corto sería la prevención, el trabajar todos porque no aparezca; sin embargo la realidad habla de su constante existencia y de que la mayoría quedan impunes y en silencio.
Una vez detectado el hecho, debe asumirse una actitud responsable y clara: denunciar al agresor y poner límites a los daños. Nunca será benéfico culpar al menor por no haber avisado antes, recuerde que para cuando el niño habla ha vencido al fin miedos inauditos sembrados casi siempre por el mismo agresor. El o la menor deben sentir un ambiente de comprensión, apoyo y seguridad, y después de una revisión médica completa será necesario muchas veces una asesoría psicológica para reducir el daño.
Hoy por hoy el abuso sexual como el delito más ruin, debe enfrentarse desde todos los puntos y de todas las aristas: los padres asumiendo su rol de educadores y protectores de lo más valioso que tenemos y que son nuestros hijos; los medios de comunicación fomentando la pronta denuncia y los oídos abiertos para saberlos entender, y las autoridades sopesando los procesos y los castigos que existen, para poderlos ajustar a una real purga por su delitos.
Las consecuencias del abuso sexual infantil pueden desbastar no solo el momento que un niño vive, como el miedo inaudito, sino convertirse en un detonante para una vida infeliz y desdichada para siempre.

CONCLUSIÓN.

Maria Luisa, después de muchas madrugadas trepada como los pájaros en el árbol, pudo ser escuchada por su maestra de la escuela, y juntas acudieron para pedir ayuda. Ahora mismo el abuelo con mirada de sangre está preso, y seguramente será para siempre puesto el pueblo al saber de sus hechos vigila con indignación que cumpla su pena.
Cuando la tarde cae, Maria Luisa ve con gusto el viejo árbol de su casa, su cómplice, su refugio y siente no poder volar como los pájaros de muchos colores que muchas madrugadas la acompañaron con esos cantos que avivan el alma.

peraltapuebla@hotmail.com