CINE DE MAÑANA
Cuando murió su abuelo Antolín Jiménez, el artista plástico Fernando Llanos apenas tenía ocho meses de edad, así es que prácticamente no lo conoció. Sin embargo al paso de los años, descubrió que su única herencia era su archivo y pese al silencio familiar se dio a la tarea de redescubrirlo. Los resultados los muestra en su interesante ópera prima Matria a cuya premier nos invitaron los nuevos amigos de A Films.
Llanos se percató que la vida de Antolín Jiménez corría a la par de la historia del país y se puso a contarla.
El tabasqueño fue un revolucionario que combatió al lado de los Dorados de Villa. Como muchos veteranos de guerra, recibió como recompensa un puesto en el gobierno como inspector, lo que le permitió comenzar a amasar su fortuna familiar.
Se inició con los masones y gracias a sus contactos emprende una exitosa carrera política.
Asimismo, funda un exitoso negocio Editorial y se convierte en líder de los charros. En calidad de tal es el fundador de la Legión de Guerrilleros Mexicanos, unos combatientes charros que defenderían al país ante una eventual invasión nazi, durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero frente a esta historia de éxitos públicos, se encuentra una historia familiar oculta de un primer matrimonio y de una sospecha de asesinato que nunca pudo comprobarse.
Como en el caso de Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, el realizador se aprovecha de la relación familiar para tratar de averiguar la verdad, pero se topa con el silencio de sus parientes que quieren dejar el pasado atrás.
Matria resulta pues un entretenido y fascinante documental, que dio origen además a un libro, en el que se cuenta, todo lo que no pudo mostrarse en los 62 minutos que dura la cinta.