Teherán.- A las ocho de la mañana, hora local, se abrieron los 52.000 centros electorales repartidos por todo Irán para celebrar unas elecciones legislativas claves para el futuro de la República Islámica. Casi 55 millones de iraníes estaban llamados a las urnas para elegir a los 290 diputados del 10º Parlamento (majlis) así como a los 88 clérigos de la próxima Asamblea de Expertos.
Presumiblemente, aunque todo depende de la participación en la megalópolis de Teherán, se logre una victoria sumando las fuerzas de moderados y reformistas, dando un vuelco a la actual mayoría ultraconservadora en la Asamblea Consultiva Islámica.
Con menos de una semana para hacer campaña y el 49% de descalificaciones, al final los iraníes tan sólo podrán elegir entre los 4.979 candidatos a diputados, pues por un lado el Consejo de Guardianes vetó a más de 5.900, la mayoría reformistas y por otro, en los últimos días han renunciado alrededor de 1.400 personas, muchas de ellas apelando al voto útil.
En cuanto a la Asamblea de Expertos chiíes, hay en circunscripciones en las que ya saben los resultados, pues tan sólo han permitido que un candidato pueda ser elegido. De los 801 clérigos que se postularon al importante órgano (supervisa y elige al futuro líder supremo iraní), sólo 165 no han sido descartados. Incluso el Consejo de Guardianes llegó a vetar a Hasan Jomenei, el mismísimo nieto del fundador de la República Islámica.