José Luis Abarca Velázquez y María de los Ángeles Pineda Villa quisieron sobornar con medio millón de pesos y un vehículo Mercedes Benz a los policías federales que dieron con su paradero, según afirmaron los propios agentes que los detuvieron el pasado 4 de noviembre de 2014 en una casa de la delegación Iztapalapa.
La información se desprende de una relatoría de hechos que forma parte de la averiguación previa abierta el jueves por la Procuraduría General de la República. En la investigación se asienta que se les pudo localizar tras un trabajo de investigación realizado por la Policía Federal en conjunto con fuentes de inteligencia. Con la información de las placas de un vehículo, relatan los policías federales, pudieron identificar a la propietaria, de quien se reserva su nombre, pero se informa que era amiga de una hija del matrimonio.
Los elementos se dieron cuenta que Abarca iba seguido al centro comercial y más tarde se refugiaba en la misma casa de Iztapalapa. Así, los agentes iniciaron la guardia ahí hasta que según la declaración, a las 2:30 horas del 4 de noviembre de 2014 vieron llegar un taxi y la salida de una pareja.
La señora Pineda sacó del interior de una bolsa de mano un fajo de billetes en efectivo por 23 mil 790 pesos y les pidió que lo tomaran como adelanto, que el resto se los podía depositar a donde desearan.
“Motivo por el cual y ante la insistencia de los sujetos en mención, quienes de manera espontánea realizaron ofrecimientos de dinero a los suscritos elementos de la Policía Federal a cambio de que omitiéramos cumplir con el desempeño de nuestras funciones, es que se procede al aseguramiento de ambos sujetos, así como del numerario que trataban de entregar a los suscritos al encontrarse en la comisión flagrante del delito de cohecho”, se lee en las investigaciones.
Después, los policías les leyeron la cartilla de derechos, les permitieron entrar al domicilio para que llevaran consigo algunas pertenencias, y más tarde los trasladaron a la SEIDO.