Indigentes duermen en las calles de Tizayuca, aún en esta época de fríos. Actualmente, aunque usted no lo crea, no hay albergues para estas personas. Muchos de ellos, están enfermos, otros  padecen de sus facultades mentales, por esos sus familiares prefieren abandonarlos. También hay adultos mayores que fueron abandonados por sus hijos.

Se les puede observar en las principales calles del centro ya que son los lugares en los que pueden pernoctar y pedir alimento a los peatones. Todavía hay almas caritativas que les acercan un alimento o lo que esté a su alcance.

Cada uno de ellos tiene su historia. Algunas historias son tristes. La vida los ha llevado a vivir en condiciones precarias, exponiéndolos a los peligros de los autos veloces;  a morir congelados o de hambre. Viven (Si a eso se le puede llamar vivir) en condiciones sumamente deplorables.

Cuentan con lo que traen puesto, ropa vieja, zapatos rotos. Muchos de ellos, por no tener acceso a la limpieza, son insultados y los corren de negocios por su aspecto. Hay mucho pesado que los ve de manera miserable sin entender que son personas que necesitan ayuda, que  están enfermos, que son seres humanos, que en muchos casos han carecido de la suerte, que tú, lector, has tenido.

Buscan cartones y cajas o bolsas para taparse del frío. Es el rito de todos los días. Cuando no encuentran algo apropiado duermen acurrucados en esquinas.

Finalmente, cabe mencionar que hasta el momento nadie aborda el tema, ni el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), ni alguna asociación que se preocupe por estas personas.