RETRATOS HABLADOS
El 1 de junio concluirán las campañas de los candidatos a la gubernatura del estado de Hidalgo. Es decir que a partir del próximo domingo contarán con 31 días, no más, para alcanzar y rebasar, dar un repunte milagroso, o simplemente continuar con el papel que les fue otorgado para completar la escenografía, sin posibilidad alguna de triunfo, pase lo que pase hasta que lleguen los comicios.
A partir de este segundo mes y último de proselitismo, es evidente que la final cantada será de ese modo: Carolina Viggiano Austria por la alianza PRI-PAN-PRD, y Julio Menchaca Salazar, de Morena-Nueva Alianza y Partido del Trabajo. Tal cual se adelantó en todo momento, los equipos de ambos abanderados saben, sin embargo, que hasta la fecha no hay nada definido, con todo y que, en un gesto para generar autoconfianza, han asegurado que van directo a la victoria.
Si usted lo observa con detenimiento, estamos ya a la vuelta de la elección más importante en toda la historia moderna de Hidalgo, y también ante la que definirá de una vez y por todas, el camino que habrá de tomar la todavía incipiente democracia mexicana pero que entra de lleno en un trance del que puede salir fortalecida, o, todo lo contrario.
Puede ser uno de los últimos comicios que organice el Instituto Nacional Electoral en su actual conformación, y dar paso a un retroceso crítico, de prosperar la iniciativa que el jefe de la Nación está por enviar al Congreso. Lo cierto es que será rechazada y dará pie a que la campaña contra los “Traidores a la Patria”, se dirija también en contra de los consejeros que integran el organismo señalado.
No será así, porque además los “carros completos” que con tanto escándalo festejaba el Revolucionario Institucional en sus tiempos hegemónicos, esperamos no se registren, porque la historia ha demostrado que representan el principio del fin de lo que se ha alcanzado para, cuando menos, exista un voto cuidado y ajeno a las triquiñuelas del pasado reciente.
Hidalgo, como se lo he insistido, es un laboratorio para observar hacia dónde pueden caminar todos los comicios electorales por venir: uno que tiene que ver con el respeto al voto, con la sobrevivencia del INE; otro, con su extinción y el lamentable retorno a los tiempos en que el voto sufragio valía para nada.
31 días a partir del domingo, en que Viggiano y Menchaca deben mostrar con absoluta claridad sus intenciones en el uso del poder, que pudiera otorgarles la ciudadanía. No hay más oportunidades.
Tiempo también para ver que finalmente quedan en su justo lugar personajes patéticos de la política, que de pronto aparecen en cada elección, sin otro argumento que agenciarse recursos económicos de manera fácil, y sin ningún compromiso por enaltecer el ejercicio de la política.
Y en ello radica que estos 31 días sirvan para mostrar al ciudadano, que están dispuestos a enaltecer en todo el sentido de la palabra, la política; regresarle su dignidad, su verdadera razón de ser.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
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@JavierEPeralta