A CUATRO AÑOS DE LA EXPLOSIÓN EN TLAHUELILPAN

A CUATRO AÑOS DE LA EXPLOSIÓN EN TLAHUELILPAN

ALFIL NEGRO

Mañana se cumplen cuatro años de la explosión de un ducto de PEMEX en TLAHUELILPAN, con resultados que hablan de lo grave que es exponerse al robo de combustibles que muchas veces se hace de manera rudimentaria, porque también hay quienes lo realizan con toda la tecnología, con los resultados que se dieron esa tarde-noche en este municipio del estado, pues hubo 137 decesos, de las cuales 69 fallecieron en el lugar de los hechos y, de los 81 que fueron hospitalizados, murieron 68, sólo unos cuantos superaron la explosión.

Todo mundo habló en ese momento de la tragedia y se condenó esta actividad por ser un delito, y sobre todo por exponer la vida de mucha gente que seducida por las ganancias que deja el robo o huachicoleo, como se le conoce, convierten el robo en un trabajo que les deja buenas ganancias, llegando los beneficios hasta los niños que, dicen, los contratan como halcones, los que echan aguas como se dice coloquialmente, y dan el pitazo cuando llegan al pueblo policías o el ejército.

Si en una familia son beneficiados todos su miembros con buen dinero, adoptan el huachicoleo como un refugio muchas veces de su pobreza o limitaciones.

Otra cosa será el papel que jueguen los alcaldes y las policías municipales, que para muchos también se llevan su mochada y no poca.

Se supone y parecería natural que después de 137 muertos por esta explosión habría un cambio en el robo de combustibles, y que muchas gentes dejarían esta actividad por lo peligrosa que es y porque la vida con todos sus problemas es lo más valioso que tenemos.

Pero no, al revés, creció.

De tal manera que nuestro estado es el primer lugar en robo de combustibles, teniendo en CUAUTEPEC al municipio líder en este robo y además con actitudes de violencia de la ciudadanía en contra de las acciones que se llevan a cabo contra los huachicoleros, llegando incluso a enfrentamientos contra policías y soldados y, por desgracia, hasta quitarle la vida a un MP que acudía a darle cumplimiento a una orden legal.

El robo de combustible no baja, aunque las acciones del gobierno estatal y federal se fortalecen para resolver este problema.

Lo malo del asunto es que para muchos robar gasolinas es un trabajo como ir a la oficina o al centro de trabajo y desde ese punto de vista defienden y pelean por la libertad para robar gasolinas.

El gobernador Menchaca ha señalado que existe una lucha frontal contra el robo de gasolinas, y denunció que las bandas que se dedican a esta actividad utilizan de manera cobarde a la población más vulnerable.

Sobre el caso de TLAHUELILPAN cada quien tiene su propio juicio, pero no sería malo que esos 137 fallecidos provocaran un cambio de mentalidad para no ver dinero fácil robando combustibles.

Related posts