Parte 2
• El escritor mexicano habla de su novela “Una cita con la Lady”, la cual pide que sea juzgada por lo que es y que para esto no se considere su herencia familiar
La primera novela de Mateo García Elizondo no se enmarca en el realismo mágico que desentrañó con soltura su abuelo paterno, tampoco explora la narrativa experimental que practicó su abuelo materno; en realidad, la apuesta principal de este novel escritor mexicano pretende reflejar los estados alterados de la conciencia inducidos por las drogas, de ahí que “Una cita con la Lady” (Anagrama 2019) ya ha sido definida como una novela del “realismo psicodélico”. El autor nació en la Ciudad de México en 1987 es nieto de dos grandes escritores: Gabriel García Márquez y Salvador Elizondo, y aunque tiene claro que la herencia literaria es muy pesada, él asegura que su interés es crear su propio estilo: “El chiste es que la gente no se espere que uno escriba así, ni realismo mágico ni novela experimental”.
¿Te propusiste una gran exploración desde la ficción sobre la conciencia, sobre la vida y ante todo sobre la muerte?
A mí siempre me ha interesado escribir sobre la conciencia y todos sus estados alterados y en este caso toda la temática me ayudaba a hablar mucho de la muerte, pero la muerte era una manera de reflexionar sobre la vida; parece que es una novela sobre la heroína pero en realidad es una exploración del deseo, de estos deseos que son tan fuertes que no le permiten a uno vivir la vida.
¿El camino que eliges para indagar sobre los deseos la vida es a través de las drogas?
Es una reflexión sobre lo qué es ser un ser humano muy fallido e incapaz; sí parece ser una novela sobre drogas y sobre la muerte, pero en realidad es una exploración sobre muchas más cosas de las que irónicamente no te das cuenta hasta que ya estás muy cerca de la muerte.
¿Quería para el Zapotal una atmósfera muy rulana, un pueblo fantasma?
El pueblo es un personaje muy importante en la novela, no es pueblo particular que exista, lo creé a partir de muchos pueblos en los que he estado en México, algunos en Centroamérica, Sudamérica, pueblos muy remotos americanos; quería describir el final del mundo. La gente siempre hace la referencia a Juan Rulfo, y sí, supongo que el Comala de Juan Rulfo es lo más parecido al Zapotal. Entiendo muy bien al maestro Rulfo, yo también he estado paseando en pueblos, en sierras y entiendo muy bien esa sensación que tenía Rulfo de estar perdido, de encontrarse con personajes en medio de la nada. Entiendo muy bien esa sensación, y traté de hacerla de otra manera, de rehacerla.
¿Creas tu propio universo, tu Comala o tu Macondo?
Pues darle un contexto coherente a la historia que estaba contando, esto habría podido suceder en la ciudad pero no habría sido la misma historia.