Home Orbe El kirchnerismo afronta la mayor crisis de Argentina desde 2001

El kirchnerismo afronta la mayor crisis de Argentina desde 2001

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  • El ‘caso Nisman’ y el embate del poder judicial sacuden al Gobierno en pleno año electoral

Buenos Aires.- Las comparaciones son odiosas pero Argentina vive días de zozobra política como no sucedía desde la crisis de diciembre de 2001, cuando por la Casa Rosada desfilaron cinco presidentes en menos de 15 días. Desde entonces, cuando el Estado se declaró en bancarrota, el país fue saliendo a flote poco a poco inmerso en un proyecto político que reivindicaba las viejas banderas del peronismo. Ese modelo, el kirchnerismo, afronta hoy, en el ocaso de la ‘década ganada’, sus horas más delicadas, con su máximo exponente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, imputada por encubrimiento y acorralada por un sector del poder judicial que ha tomado la muerte del fiscal Nisman como estandarte para desgastar al oficialismo de cara a las elecciones presidenciales de octubre.

 

La mandataria eludió el domingo de nuevo cualquier referencia a esa imputación solicitada el viernes por el fiscal que ha heredado la denuncia de Nisman y que sostiene que Fernández de Kirchner habría avalado una trama para desvincular a varios imputados iraníes del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994. “Cuando se asombraban de lo que hizo ese hombre desgarbado y flaco (el ex presidente Néstor Kirchner, fallecido en 2010), y a los que aún se siguen asombrando de cómo aguanto todo lo que tengo que aguantar, les digo que aprendí acá en la Patagonia, con el viento, con el frío, con la nieve, con el olvido”, declaró la presidenta durante un acto público en El Calafate transmitido por “cadena nacional” y en el que sobre el ‘caso Nisman’.

Refugiada en El Calafate

Al inaugurar un hospital de alta complejidad en El Calafate, donde se ha refugiado durante el largo puente de Carnavales, Cristina Fernández aprovechó su intervención para recordar a su fallecido esposo y hacer un llamamiento a sus seguidores: “Quiero decirles a todos, con esta vela que se prendió cuando él (Néstor Kirchner) partió, que también nosotros somos más importantes que los reflectores, las cámaras y lo que pueda decir un diario. Estas velas van a estar siempre encendidas en el corazón del pueblo y siempre va a haber un argentino que, cuando quieran avanzar sobre nuestras conquistas, sobre nuestros derechos, vuelva a encender la vela para que nunca más se apague la llama de la patria”.

Sin tregua desde hace casi un mes, el Gobierno argentino minimizó en su día la denuncia de Alberto Nisman contra Fernández de Kirchner y otros dirigentes oficialistas. Para Kirchner, la muerte del fiscal de un disparo en la cabeza, y no la denuncia, era la verdadera “operación” en marcha para dañar su imagen. Detrás de ese “golpe de Estado blando”, según lo define el oficialismo, estaría un sector de los servicios secretos, capitaneado por el hoy célebre ex espía Antonio ‘Jaime’ Stiuso, apartado de la Secretaría de Inteligencia en diciembre. Sin embargo, la denuncia de 290 páginas que Nisman presentó cuatro días antes de su muerte ha vuelto a cobrar relevancia con la imputación de la presidenta solicitada el viernes por el fiscal Gerardo Pollicita. (Agencias)