REPORTAJE ESPECIAL | Cultura vial

Promueven materia de Educación Vial en la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH)

¡Muévete, avánzale, hijo de la chin…, es un cule… no me deja meterme, tenía que ser vieja, está en preventivo le meto turbo, eres un pende…, estorbas ca…, vas y chin… a tu madre, que poca abuela, aprende a manejar!, son unas de las tantas frases que además son acompañadas de un corte de manga o pitazos recordando a la progenitora, por no avanzar, frenar, pasarse un alto, no incorporarse a tiempo o meterse a la brava a un carril, y que en muchos casos terminan en una colisión o el retraso en el tráfico.

Se trata de escenas diarias, a todas horas, principalmente porque los conductores no cumplen la responsabilidad que representa manejar un automotor, respetar las reglas de tránsito, tener educación vial y principalmente la conciencia de automovilista.

Son imágenes y palabras que vemos y escuchamos por calles, avenidas y cruceros, y que cargan de sentimientos contrarios al respeto o amabilidad, y que llevan a continuar el día con pesadez o molestia, misma que se descarga con amigos, compañeros de trabajo, familia, hijos.

O en un caso extremo, son situaciones que resultan en accidentes fatales para el conductor, pasajeros o peatones, hechos que son registrados en las páginas de barandilla, nota roja o policiaca de los periódicos locales y nacionales.

El más reciente, el publicado hoy en Diario Plaza Juárez, en donde un peatón perdió la vida tras haber sido arrollado por una camioneta que no respetó el semáforo: “Choca camioneta contra vehículo y provoca muerte de peatón… La mañana de este miércoles, el conductor de una camioneta provocó un accidente vial y la muerte de un peatón, al evadir la luz roja del semáforo ubicado en el cruce de San Francisco y El Magisterio, sobre la carretera federal México – Tuxpan, en el tramo del corredor vial San José”.

Al respecto Rafael Hernández Gutiérrez, el secretario de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad de Pachuca, refirió que el término Cultura Vial involucra muchos aspectos, desde tener los documentos en regla, como licencia para conducir o tarjeta de circulación actualizada; además de respetar los señalamientos de tránsito desde los semáforos, cruces peatonales, lugares de estacionamiento y no conducir bajos los efectos del alcohol o de sustancias psicoactivas; “el alcoholímetro es parte de una cultura vial porque al manejar en un estado de ebriedad cometes infracciones a tal grado que puedes verte inmiscuido en un hecho de tránsito”.

Agregó: “creemos que el manejar con un celular en la mano de convierte en una habilidad que puedo hacerla de mejor manera cada día,  el no respetar el señalamiento de tránsito, simplemente el que no respetes un paso peatonal, la gente pierde esa conciencia, en el momento que le llamas la atención a un ciudadano y le dices que no se puede estacionar en este paso peatonal y contestan: ‘permítame, ahorita vengo’, le importa más lo que van a hacer y dejar su vehículo parado ahí y no tiene la conciencia de que es un paso peatonal, se ocupa, para eso está pintado,  al momento que se la infracciona ya te toman como un policía agresivo”.

Contó: “me han tocado casos de conductores que están enfrente de un señalamiento que dice no estacionarse y el oficial actúa con una infracción, con un retiro de placa y la persona se baja muy molesta y dice y no me puede avisar para poderme mover, por qué no me dice y me muevo, pero está un señalamiento, de ahí parte la conciencia del conductor”.

CONCIENCIA DEL CONDUCTOR, LA CLAVE

En ese sentido puntualizó en el término “conciencia” por parte del conductor, pues aseguró que el contar con ella contribuye a la prevención, “estamos acostumbrados a no tener conciencia, es más, a veces ni traemos la licencia, somos tan inconscientes que ni siquiera sabemos cuándo se vence, y si no sabes de tus documentos la parte de conducir se te hace una costumbre y hasta que no estés involucrado en un accidente, puedes caer en un estado de conciencia de saber hasta donde pudo ser tan fatal”.

En el caso de la expedición de licencias de manejo, el secretario municipal precisó que si bien no es un trámite que realice el municipio, dentro de sus proyecto está el apoyar con cursos “un tipo de escuela de manejo y dar estos cursos de conciencia al momento de manejar, pero la conciencia la hacemos cada quien, la autoridad puede sancionarte, retirarte un documento, una placa pero lo que se busca es que no se haga y si yo estoy viendo que no me puedo estacionar, pues no lo hago, pero queremos estacionarnos lo más cerca posible para caminar lo menos a dónde vamos”.

Ejemplificó la inconsciencia de los automovilistas: “interrumpimos cruceros, nos pasamos el semáforo aunque estaba en preventivo, estamos obstruyendo y aunque todo mundo nos esté pitando es como si no existieran, ni volteamos a ver, ni pedimos disculpas y solo esperamos a que cambie el semáforo a verde”.

En el caso de los señalamientos de no estacionarse en ciertos lugares o en doble fila comentó: “anteponemos el no me voy a tardar oficial y ese no me voy a tardar se convierte en una discusión y ya ni hacen lo que tenían que hacer, ya salieron enojados y salen infraccionados, cuando es más fácil desde un principio buscar un espacio para estacionarse correctamente”.

Agregó: “la cultura de los parquímetros que se está poniendo en el primer cuadro, es algo que se adopta no solo aquí sino en las grandes ciudades de desarrollo y el echarle unos pesos por los minutos que estemos no representa mayor gasto, ni riesgo, pero nos arriesgamos a estacionarnos en doble fila”.

Añadió: “como ciudadano debemos apostar a que funcione correctamente pero siempre queremos ir en contra de las reglas, de los beneficios, queremos ser cómodos y comodinos,  esa parte es la más difícil de erradicar porque son prácticas y ejemplos que le inculcamos al niño cuando ve que discute con un policía, que no acepta las reglas, que no respeta, se pasa los altos, y entonces el niño va adoptando esa conducta, la educación es más constante con quien convivimos o con quien nos pretende educar, es la lucha con la que tenemos que enfrentarnos”.

Al respecto, puntualizó que es tal la inconsciencia que se le echa la culpa de las malas conductas a la escuela, cuando la educación debe ser desde casa: “no estamos sumando a las actividades que pueden ser buenas y que de alguna manera van a contribuir a ser mejores ciudadanos, esto es un tema prolongado, de mucho interés para todos, pero cuando se tiene que participar nadie lo hace somos muy buenos para reclamar pero cuando tenemos que contribuir en algo nos aislamos”.

Crecimiento y cercanía con CDMX: Factores en la falta de cultura

La cultura vial implica el respetar señalamientos, cumplir con la responsabilidad de tener en orden los documentos como licencia de manejo o tarjeta de conducir, sin embargo, la inexistencia de ésta simplemente ocasiona más caos vial, mentadas de madre y en la mayoría de los casos, accidentes de tránsito terrestre, muchos de ellos fatales.

Por lo anterior, el secretario de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad de Pachuca, Rafael Hernández Gutiérrez, refirió que el crecimiento del estado sí como la cercanía con la Ciudad y el Estado de México, pueden ser algunos de los factores de riesgo, aunque reiteró que la clave está en la concientización.

Ello al referir que las acciones equivocadas, producto de la falta de conciencia, propician no solamente la inexistencia de una cultura vial, sino que también afectan el desarrollo de actividades ilícitas que merman en la tan ansiada seguridad, paz y armonía social.

Apuntó que Pachuca es una de las ciudades que en los últimos años ha crecido considerablemente, tanto en infraestructura, como en modernidad, economía e inversión, y por tal motivo se da que a mayor demarcación geográfica y poblacional, la sociedad vea la oportunidad de delinquir o lacerar.

Señaló: “lo vamos aprendiendo, cuando nosotros en familia tenemos un delincuente activo, no lo queremos reconocer como tal pero aceptamos lo que nos dé de forma económica o en objetos, y eso va formando delincuentes, muchos anteponen la necesidad, pero al final mucha gente nos ha demostrado que tienen alguna discapacidad y son gente productiva, que te emociona ver cómo trabaja, entonces ¿por qué una persona que está completa físicamente no es productiva y trabaja para obtener un bien?, nos vamos a lo más fácil, tienen mucho que ver los factores de vida, el estado vecino, pero al final, es de cada quien”.

En ese sentido, precisó que el terreno fértil de un delincuente es quien lo creó y procrea, es decir, que los padres de familia o tutores, tienen buena parte de responsabilidad de la formación de los hijos, a través del cuidado, inculcar valores y virtudes; sin embargo son acciones que no se realizan o por lo menos no de manera constante, lo que resulta en que los niños aprendan de su contexto, que habitualmente es malo.

Sentenció que las edades para sembrar la semilla de los valores y virtudes, para no crear delincuentes, es entre los 7 y 15 años, pues es el tiempo para aprender y conocer, no obstante, Rafael Gutiérrez reiteró: “nos hemos vuelto padres inconscientes, que queremos y deseamos tener hijos pero no somos conscientes de cuidarlos”.

Enfatizó: “la seguridad pública, no son solamente policías, patrullas o armas, son valores que como ciudadanos debemos de tener para poder prevenir, evitar y no transmitir conductas que van haciéndose más agresivas”.

RESPETO DE TRANSPORTISTAS Y PASAJEROS

Regresando al tema específico de cultura vial, destacó que la formación basada en valores y virtudes, debe estar acompañada de conciencia, y se debe replicar en todos los ámbitos y sectores de la sociedad.

De tal manera que se debe hacer presente en los operadores de transporte público y también en los usuarios, respetando las paradas oficiales, “he platicado con personas de las experiencias en Europa donde un transporte público no se va a parar en donde le hagas la parada, aunque pase frente a su casa el usuario tiene que caminar hasta la parada y bajar en donde está permitido”.

Indicó que esas paradas están determinadas en la capital y en el estado, sin embargo no son respetadas por ninguna de las dos partes, de tal manera que resulta necesario no sólo la conciencia sino la cultura de la denuncia de parte de los mismos ciudadanos; “podríamos ser sancionadores, pero lo más grave es que observamos el acto o las agresiones y mejor nos quedamos callados”.

Pese a los obstáculos y a la resistencia de la ciudadanía por generar un cambio, sentenció: “seguimos en la lucha de seguir picando la piedra a la educación vial, a no delinquir, tenemos que seguir con la cultura de la prevención de los delitos. Esto también es algo que a la policía nos ayuda bastante, la denuncia es un factor importante, así como la comunicación”.

LA APUESTA, INCLUIR CULTURA VIAL EN PROGRAMA EDUCATIVO

Ante el panorama y el análisis de que la cultura vial se inicia desde casa con apoyo de la escuela, Rafael Hernández Gutiérrez mencionó la propuesta dirigida a la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) referente a incluir como materia “Educación Vial” en el programa académico.

Contextualizó: “tenemos diferentes programas que diario se manejan en las escuelas a través de la dirección de prevención del delito, tránsito y vialidad, nos coordinamos con elementos policiacos para acercarnos a las escuelas desde jardín de niños hasta universidades, les explicamos para qué y cómo funciona un alcoholímetro, traemos equipos con los que simulamos cómo manejarías en estado de ebriedad a través de unos lentes, es una disminución de tu visión en donde en una parte estás consciente, obviamente no estás bajo los efectos del alcohol, pero por otra parte al momento de colocarte los lentes y querer hacer algún tipo de maniobra te das cuenta que no es tan fácil, es una parte de concientizarlos y contribuir a la cultura vial”.

Comentó que la razón del planteamiento se debe al grado de conciencia y conocimiento de un niño, que lo replica y a su vez se vuelve un observador y sancionador al interior del hogar, con los padres, pero también en su contexto inmediato.

Lo anterior al recordar que en los talleres de prevención del delito y cultura vial impartido en las escuelas se tocan temas como el semáforo, cruce peatonal, la importancia de colocarse un cinturón de seguridad, de no llevar audífonos ni utilizar el celular; así como de no discutir mientras se maneja porque eso provoca que los sentidos no se encuentren al cien por ciento.

Ejemplificó: “Hay algunas instituciones que nos han dado oportunidad de trabajar con los padres de familia, dándoles a conocer cuáles son los programas, otras que han tenido conflictos al momento de hacer los circuitos para ir a dejar a los niños a la escuela, sobre todo escuelas con matrículas arriba de los mil alumnos, porque los vecinos salen muy molestos porque como padre de familia llegas corriendo a dejar a los niños, te estacionas donde encuentras lugar, muchas veces ni te das cuenta que estás estacionado frente a una entrada y corres a dejarlo y a lo mejor el vecino tienen que salir y se tiene que esperar 10 minutos, o se quedan a platicar con la comadre y la amiga y se les olvida que dejaron el carro frente a una cochera y genera mucha molestia, pero es falta de conciencia y de la misma cultura vial”.

A razón de ello, aseveró: “Si nosotros tuviéramos un programa de injerencia donde nos dieran una materia adecuada al programa de educación general, tendríamos en un futuro mejores conductores, disminuiríamos en gran escala todo este tipo de accidentes que muchas veces se originan por el descuido y la inconsciencia”.

Por lo anterior, reiteró que la clave para lograr armonía y paz social es la conciencia, la cual se verá reflejada en una cultura vial fortalecida y respetada, que tanto le hace falta no solo a Pachuca sino a todo México, por eso en la importancia de lograr que la SEPH incluya como materia de trabajo la educación vial de los menores.

En 2018, se registraron más de tres mil accidentes

De acuerdo con información proporcionada y publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 14 de noviembre de 2019, en el marco del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Tráfico que se celebra el tercer domingo de noviembre, precisa que uno de los factores de riesgo es el descuido del automovilista por esa falta de cultura vial.

En el comunicado cita: “Este día se ha convertido en un instrumento importante que ofrece una oportunidad para reflexionar sobre las causas y consecuencias de los hechos de tránsito, así como la labor de los servicios de apoyo y rescate, de los esfuerzos desplegados en todo el mundo para reducir las muertes por accidentes de tráfico”.

Informa que a nivel internacional, los traumatismos causados por accidentes de tránsito son la octava causa de muerte; con base en los resultados de la estadística de Accidentes de Tránsito Terrestre en Zonas Urbanas, en 2018 se reportaron 365 mil 167 accidentes, de los cuales 298 mil 261 corresponden a solo daños, 63 mil 168 a eventos viales en los que se identificaron víctimas heridas y los tres mil 738 accidentes restantes, corresponden a eventos con al menos una persona fallecida.

Al comparar el número de accidentes registrados por las autoridades estatales y municipales, en 2018 se observa una disminución en las tres clases de accidentes del menos 0.4 por ciento para sólo daños; menos de 2.1 en no fatales y menos de 2.4 para fatales; el total de víctimas registradas en los accidentes de tránsito fue de 93 mil 418, de las cuales cuatro mil 227 fallecieron en el lugar del accidente y 89 mil 191 presentaron algún tipo de lesión.

Los días que reportan la mayor cantidad de víctimas muertas y lesionadas son, en primer lugar, el domingo; seguido del sábado y el lunes; esos tres días concentran casi la mitad de las víctimas heridas y más de la mitad de fallecimientos en el lugar del accidente.

El tipo de accidente con mayor número de víctimas muertas en el lugar del evento fue la colisión con peatón, es decir, atropellamiento; seguido por colisión con vehículo automotor y en tercer lugar, colisión con motocicleta; estos tres tipos de accidentes concentran 6 de cada 10 muertos en incidentes de tránsito.

En el caso específico de la entidad, durante el 2018, se registraron tres mil 172 accidentes de tránsito, de los cuales dos mil 286 corresponden a colisión con vehículo automotor, 355 a colisión con objeto fijo, 232 a colisión con motocicleta, 104 atropellamiento, 76 a salida del camino, 42 a volcadura, 18 a colisión con ciclista, cinco a colisión con animal, cuatro a caída de pasajero, uno por incendio y uno a colisión con ferrocarril.

Del total de accidentes, en dos mil 609 estuvieron involucrados hombres y en 409 mujeres; y de ellos 154 se dieron a la fuga.

CONDUCCIÓN DISTRAÍDA E INCUMPLIENTO DE NORMAS DE TRÁNSITO, LOS FACTORES DE RIESGO: OMS

Es importante señalar que del análisis de los accidentes registrados y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los factores de riesgo para la ocurrencia de las incidencias se encuentran: el enfoque de sistemas de seguridad, es decir, tener en cuenta el error humano; velocidad; conducción bajo los efectos del alcohol u otras sustancias psicoactivas; no utilización de cascos, cinturones de seguridad y sistemas de sujeción para niños; infraestructura vial insegura; vehículos inseguros y la atención inapropiada tras el accidente.

Además de la conducción distraída y cumplimiento insuficiente de las normas de tránsito; en el caso del primer factor cita señala que la distracción del conductor obedece a diversas causas entre ellas el uso de teléfonos móviles mientras se conduce.

Refiere que esta situación es alarmante, pues de acuerdo a las estadísticas, los automovilistas que caen en este caso, tienen cuatro veces más probabilidades de verse involucrados en un accidente “El uso del teléfono móvil durante la conducción reduce la velocidad de reacción (especialmente para frenar, pero también la reacción ante las señales de tránsito), y hace más difícil mantenerse en el carril correcto y guardar las distancias correctas”.

Asimismo, puntualiza que el uso de manos libres no significa mayor seguridad, en tanto que el envío de mensajes de texto durante la conducción aumenta considerablemente el riesgo de involucrarse en un accidente.

Respecto al Cumplimiento insuficiente de las normas de tránsito señala: “Si las normas de tránsito relativas a la conducción bajo los efectos del alcohol, el uso del cinturón de seguridad, los límites de velocidad, el uso de cascos y los sistemas de sujeción para niños no se aplican, esas normas no pueden lograr la reducción prevista de defunciones y lesiones por accidentes de tránsito relacionados con comportamientos específicos”.

En ese sentido, enfatiza en la importancia de hacer cumplir las normas de tránsito, pues de lo contrario resulta poco probable que se pueda influir en el comportamiento del automovilista y por lo tanto no se abona a fomentar la cultura vial.

Por lo anterior, deja la reflexión que se suma al contexto general de “cultura vial”: “La aplicación efectiva incluye el establecimiento, la actualización periódica y la aplicación de normas de prevención de los factores de riesgo mencionados, en los niveles nacional, municipal y local. Ello incluye también la definición de sanciones apropiadas”.

Es importante recalcar que la cultura vial, aún inexistente, es una tarea de toda la sociedad, en primera instancia del automovilista y operador con el uso de la conciencia, que implica respetar señalamientos y tener actualizados sus documentos; así como del pasajero y peatón con la denuncia; pues de lo contrario actitudes como pasarse un alto, estacionarse en doble fila o en lugares prohibidos, cambiar de carril sin precaución; entre otras; y las frases como: “¡Muévete, avánzale, hijo de la chin…., es un cule…no me deja meterme, tenía que ser vieja, está en preventivo le meto turbo, eres un pende…, estorbas ca…, vas y chin… a tu madre, que poca abuela, aprende a manejar!”, las cuales son acompañadas de un corte de manga o pitazos recordando a la progenitora, seguirán siendo normalizadas.

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