RETRATOS HABLADOS
• Esta vez no será suficiente con cubrir las 84 fórmulas con ilustres desconocidos y esperar que la ola AMLO los lleve al triunfo
Morena, el partido político del Presidente de la República, enfrentará antes, durante y después de los comicios para la renovación de poderes en 84 presidencias municipales de Hidalgo, el reto más importante de su corta historia en la entidad, porque deberá buscar los mecanismos para presentarse como una verdadera opción de cambio ya sin el imán de votos que representó en las pasadas elecciones que Andrés Manuel López Obrador apareciera en las boletas electorales.
Esta vez no será suficiente con cubrir las 84 fórmulas con ilustres desconocidos y esperar que la ola AMLO los lleve al triunfo como por arte de magia. No, con todo y la ventaja que puede representar para los candidatos ondear los colores del Movimiento de Regeneración Nacional, el milagro no ocurrirá en automático si antes no logran deslindarse del Grupo Universidad, y por lo tanto dejar muy en claro que esta corriente política formada por ex priístas no es la que toma todas las decisiones de los morenistas en territorio hidalguense.
Tarea más que difícil porque por lo mientras el Congreso de Hidalgo de 17 legisladores que son de Morena, nueve solo rinden cuentas al líder máximo del Grupo Universidad y actúan conforme a los dictámenes del mismo por la simple y sencilla razón de que fue él quien los anotó como aspirantes a cambio del presunto apoyo financiero que otorgó al entonces candidato presidencial, López Obrador.
El problema no es del grupo universitario sino de Morena en la entidad, que no ha logrado asentarse como tal y tampoco abrir espacios a la militancia que le dio origen y vida, producto de acuerdos cupulares y pragmáticos en un grado mayúsculo que finalmente sí rindió frutos con la llegada del Presidente AMLO, y un sinnúmero de legisladores locales y federales.
Es de todos conocido que los comicios municipales son los más cercanos a la ciudadanía, y que por tradición registran una votación copiosa por representar la oportunidad del votante para premiar o castigar a partidos políticos que erraron al designar a candidatos que resultaron pésimos como gobierno.
Morena no puede darse el lujo de postular a quienes simplemente lleguen en una lista avalada por un solo líder, ya que estaría en la misma tónica de lo hecho por el Revolucionario Institucional que en ello, en la imposición de ilustres desconocidos y desconocidas, sabe que se encuentra el origen de tantas derrotas.
Sin embargo, el camino es complicado para los morenistas hidalguenses, porque no solo carecen de una directiva bien definida y conformada por quienes han pertenecido a ese partido desde su nacimiento, sino que carecen de una estructura clara y real en cuanto a militancia.
Buena parte de sus integrantes son personajes que han brincado de otros partidos políticos, y lo han hecho no para sumarse como simples integrantes de Morena. No, lo han hecho porque están seguros que sus supuestos grandes logros como ex priístas, vestirán al partido del Presidente en Hidalgo, y lo menos que pueden recibir es una candidatura por alguna presidencia municipal.
Esta situación hace peligrar ya no solo la elección de junio para los morenistas, sino la sobrevivencia del partido como tal, y que de ninguna manera puede buscar nuevamente recargarse en la imagen del hoy Presidente para ganar sin hacer nada.
Difícil por donde se le vea la situación.
Primero porque no solo es echar al Grupo Universidad, sino contar con una estructura propia para hacer frente a lo que viven, y sinceramente no la tienen, no existe.
A escasos cinco meses y días de la elección municipal, pareciera que Morena-Hidalgo no tiene prisa alguna por hacer nada, de tal modo que de nueva cuenta la selección de candidatos a las alcaldías podría quedar en manos del grupo político que hoy por hoy controla los destinos de los morenistas en Hidalgo.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta