Arte para la sociedad
• El fotoperiodista se apodera una vez más de la capital, en esta ocasión su trabajo vuelve a la vida a una cuadra que estaba tomada por personas en situación de calle
El desalojo de las personas en situación de calle sucedió a finales de septiembre, comenta Arturo quien tiene un puesto de flores junto a Lucía, sobre la esquina de Humboldt. El florista asegura que la cerca fue instalada para evitar que el edificio fuera vandalizado por la marcha que conmemora el 2 de octubre de 1968. La protección de los inmuebles con rejas, sólidas bardas de metal grueso o tablones de madera de triplay se convirtieron en una práctica común previo a las manifestaciones, tras la marcha feminista de agosto de 2019.
Ubicada en un punto estratégico y turístico de la ciudad, la galería también atrae a foráneos, como a un hombre que viene de Puebla, quien considera que es una buena opción para conocer la capital con otros ojos y poder visualizar su evolución. Mientras da su declaración observa la foto de la construcción del edificio de la Lotería Nacional para después voltear su mirada al otro lado de la calle y comparar el pasado con el presente.
Cada fotografía cuenta con un código QR para tener acceso a información adicional de la imagen, sin embargo, en un recorrido EL UNIVERSAL constató que ninguno de los 18 códigos funcionan, aun con el escáner “adecuado” que recomiendan descargar del sitio sitio fotogracamx.com/juanguzman/escaner. Ante el señalamiento, la Secretaría comentó que en breve revisarían el problema.
La muestra no tiene hasta ahora una fecha límite, el funcionario explica que “hasta que se evalúe la pertinencia de montar otra exposición”.
¿Hubo una recuperación real del espacio?
Lucía vende flores desde hace 30 años en esa cuadra, vivió desde los años de gloria del inmueble hasta su estado más crítico, que era hasta hace tres meses por la presencia de personas en situación de calle, que ella afirma que llegaron recién se mudó la contraloría de sede, que fue en 2012. “Sí nos afectaban las ventas. A veces llegaban clientes a comprar flores y ellos venían a pedirles dinero y los espantaban”, comenta Lucía. Los dueños del negocio tuvieron que establecer lo que ella llamó “una relación de vecinos” para no entrar en conflicto y, aunque nunca sufrieron una agresión por parte de ellos, afirman que los indigentes llegaban a atacar a los transeúntes.
Una vez golpearon a una señora. La mujer iba pasando cuando vio que ellos tenían amarrado a un perrito de un poste. La mujer les reclamó y pues a ellos no les pareció y la golpearon.
Sin embargo, aunque elefantes entre las calles de la capital y la personalidad de “Tin Tán” adornen esta vía pública, el problema sigue ahí, pero ya no tan a la vista.
