Las huellas del PCM en Hidalgo

FORO ABIERTO
    •    El pasado 25 de noviembre se cumplieron los 100 años del nacimiento del partido Comunista Mexicano (PCM)


No cabe duda que los movimientos, ideas y proyectos que motivó durante el siglo XX siguen vigentes en el actual momento. Se hizo un recuento de la influencia de militantes, artistas e intelectuales en los grandes momentos de la historia política mexicana, pero está en deuda la gran historia local y regional de los comunistas en pueblos y ciudades.
Las ideas anarcosindicalistas y socialistas impactaron tempranamente en el territorio del estado de Hidalgo; los historiadores Arturo Herrera Cabañas, Carlos Montemayor y Javier Hernández Mógica, han descrito las demandas en la lucha por la tierra y la organización obrera y sindical que convergieron en el destronamiento del porfiriato y dieron el triunfo a la revolución social, y de 1910 a 1929 hay una gran gama de movimientos sociales reivindicativos, que mostraron la fortaleza y recepción de las ideas de cambio social.
El Cardenismo (1934-1940) fue otra gran etapa de movilización social, reparto de tierras en las regiones hidalguenses, excepto la Huasteca y Sierra oriental donde los viejos hacendados seguían con el control del poder. Se fortaleció el sindicalismo, particularmente minero y magisterial, donde los comunistas tenían influencia. Después de este periodo viene una etapa de fuerte dominación política, corporativismo y desmovilización social. Con el Alemanismo el PCM fue proscrito, se le retiró el registro; en la “guerra fría”, se le lanzó a la clandestinidad pero no desapareció.
Una nueva oleada de movilización social con presencia de los comunistas, fue la lucha contra el autoritarismo Diazordacista y el movimiento del 68; los principales líderes comunistas fueron a la cárcel pero las bases comunistas fueron creciendo en los sindicatos, en el campo y las universidades. El giro ideológico del PCM, de distancia con el PCUS, permitió que las consignas de “libertades políticas” encontraran gran receptividad en diferentes sectores sociales. La crisis del sistema hegemónico se dio en 1976 cuando José López Portillo fue candidato único, este fue obligado a abrir una reforma política que permitió la legalización del PCM y su regreso a la vida política en 1979.
En Hidalgo, desde la campaña de Valentín Campa en 1976 como candidato independiente, ilegal, a la presidencia, se renuevan las células del PCM, particularmente Pachuca, Tula y el Valle del Mezquital. En 1979 se presentan candidatos comunistas por primera vez obteniendo una votación del 3%, y con ello se abre una lenta apertura en una entidad de control caciquil, cuya mano controla el sistema de partidos y líderes políticos. En 1981, por primera vez tiene candidato a la gubernatura con Adolfo Chew Martínez, líder campesino. En esos años van creciendo los municipios donde se realiza trabajo político, intentando converger política electoral con el movimiento social.
El PCM como “partido histórico” de la izquierda mexicana, no el único, desde luego lanzó la iniciativa de fortalecer el bloque de izquierda y conformó el partido Socialista Unificado de México (PSUM) en 1981; más tarde en 1987 se dio un paso más el engrosamiento de la izquierda con la formación del Partido Mexicano Socialista (PMS) con la integración del partido de Heberto Castillo, PMT, y una fracción del PST.  En Hidalgo este fue un golpe a los viejos comunistas que fueron desplazados por los pupilos de Aguilar Talamantes, con un práctica de cooptación con el gobierno y los grupos de poder.
En 1989 el PMS cedió el registro legal para la formación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) crecieron las bases militantes, que fue desdibujando cada vez más la ideología y siendo controlado por líderes oportunistas alejados del proyecto de izquierda. De este último, surgió MORENA, donde las raíces del PCM se encuentran lejanas y desconocidas. Empero, el triunfo de la izquierda permite no solo la reivindicación sino también un diálogo y debate de los proyectos de cambio social para el siglo XXI, y ojalá no sea una etapa de la desmovilización social que vimos hace un siglo.

Related posts