Un año de transición, de lucha contra la corrupción y la impunidad

Ha pasado un año del inicio de la transformación democrática de México dentro de lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha llamado, la Cuarta Transformación de México.

El respaldo popular que obtuvo el presidente en el Zócalo este domingo pasado fue apabullante, aún cuando quienes cuestionan su gobierno, intentaron empañar su informe popular a la población con una marcha, y cuestionamientos sin fundamento, subiéndose oportunistamente a la protesta organizada por la familia LeBarón, que perdió 9 miembros el 4 de noviembre pasado en manos del Cártel de Sinaloa.
No obstante, los participantes en esa marcha opositora, olvidaron que el 6 de julio de 2009 fue secuestrado Benjamín LeBarón, quien luego fue asesinato. Sin embargo, las investigaciones concluyeron con la detención de José Rodolfo Escajeda, alias “El Rikín”, señalado como lugarteniente y operador del Cártel de Juárez, durante el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón; pero sin que se hubiera esclarecido completamente, para darles seguridad y tranquilidad a los integrantes de la familia LeBarón, quien han sido de nuevo, víctimas del fuego del crimen organizado.
A un año de haber iniciado el gobierno del presidente López Obrador, los datos relacionados con la redistribución de la riqueza son relevantes, sobre todo, porque los apoyos directos del gobierno a los sectores más pobres de la población, están llegando directamente a ellos; sin que personajes de la vida política nacional, y políticos de poca monta, realicen reuniones o mítines para entregarlos como en el pasado, presentándolos como producto de sus gestiones o exhibiéndolos, con el objetivo de aumentar el clientelismo electoral.
Si bien la oposición cuestiona la forma de entregar los recursos por parte del gobierno federal, este no está presente ya con mítines o reuniones para promocionar a delegados, secretarios o legisladores ¡se acabó! Ese es uno de los puntos más relevantes del gobierno del presidente, ligado a su lucha frontal contra la corrupción y la simulación.
Precisamente, previo a la gran concentración del Zócalo el 1 de diciembre, en Oaxtepec, Morelos, el brazo ejecutor de la política anticorrupción, la Secretaría de la Función Pública (SFP), llevaba a cabo el “Primer Encuentro Nacional de Contralores”. La Secretaria de la SFP, la Dra. Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, junto con sus colaboradores, subsecretarios, Coordinadores, Jefes de Unidad, Directores Generales, así como los 218 Contralores, Titulares de los Órganos Internos de Control (OIC) en las secretarías de Estados, organismos desconcentrados y empresas productivas del Estados.
Lo anterior, frente a un análisis realizado por los principales integrantes del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), incluido el Dr. Santiago Nieto de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SHCP, delineaban las estrategias para enfrentar la corrupción y “su hermana gemela, la impunidad”, como lo señalara la Dra. Sandoval. Entre ellos, la Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Raquel Buenrostro; la titular de la Fiscalía Especializada de Asuntos Internos de la Fiscalía General de la República, Adriana Campos; la titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la Fiscalía General de la República, María de la Luz Mijangos, y el Magistrado del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, Jean Claude Tron Petit.
La idea de la Dra. Sandoval al convocar este Primer Encuentro Nacional de Contralores, era fortalecer las líneas de acción para acabar con la corrupción y su hermana gemela, la impunidad, así establecer los mecanismos para la implementación efectiva de la Ley Federal de Austeridad Republicana; por lo cual, la Secretaria de la SFP, hizo un llamado a los Contralores para no burocratizar los trabajos, no simular y no discriminar en su quehacer diario, predicando con el ejemplo y servir con ética a la sociedad, en particular, a los más vulnerables dentro de ella, como las mujeres, indígenas, jóvenes y migrantes.
Frente a su pequeño ejército de soldados, la Secretaria Sandoval, declaró la guerra a la corrupción y a la impunidad. La Dra. Sandoval señaló que, así como el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en no mentir, no robar y no traicionar, exigió a los Contralores que esos principios se traduzcan en no burocratizar, no simular y no discriminar; pidiendo que las oficinas de los OIC estén abiertas a todas las personas servidoras públicas y a la ciudadanía, para que se conviertan en ministerios público de la probidad, ofreciendo una sonrisa y atenciones a los que las visitan, para hacer de ellas un refugio de los ciudadanos.
La Dra. Sandoval precisó que este es sólo el inicio y como lo señaló el Subsecretario Roberto Salcedo, había que tener la visión puesta en el horizonte 2024; diciendo: “Hemos impulsado una transformación normativa para combatir efectivamente la corrupción, pero sabemos que aún falta más, y queremos que ustedes participen porque son quienes mejor conocen la ya existente… porque si algo representa la Cuarta Transformación, es el fin de la simulación… no lo olviden nunca, tenemos que cuidar cada peso de las y los mexicanos”, solicitando la observación y aplicación estricta de la Ley Federal de Austeridad Republicana, la “cual no servirá de nada si no se cumple y ahora, nos corresponde estar alerta para que toda la Administración Pública Federal la obedezca”, precisó la Secretaria.
Del Primer Encuentro Nacional de Titulares de OIC de la SFP, surgió el Acta de Oaxtepec, la cual resume el contenido de los debates realizados en 7 mesas de trabajo; la cual, como lo señaló la Secretaria de la SFP, es “una declaración conjunta, consensuada, construida y retroalimentada para erradicar la corrupción y construir un servicio público con una nueva ética pública, más honesto y eficaz”, sin duda alguna; un primer esfuerzo para materializar la principal promesa de campaña del presidente de México: poner fin a la corrupción.

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