EFE.- El Gobierno chino debe aprender “la lección” de las protestas en Hong Kong y entender que sus políticas duras no funcionan ni en ese territorio, como tampoco en el Tíbet o en Taiwán, dijo el jefe del Gobierno tibetano en el exilio, Lobsang Sangay, en entrevista.
Sangay es el máximo dirigente de la Administración Central Tibetana (ACT), puesto para el que fue elegido por sufragio en 2011, después de que el Dalai Lama optara por separar los asuntos religiosos de los políticos.
El presidente de la ACT, que tiene su sede en la India, mantiene su convicción de que la solución a la opresión que se vive en el Tíbet pasa por la aplicación del principio de “un país, dos sistemas”, pero de forma real y no como se ha pretendido hacer en Hong Kong.