Protestas en Chile, Bolivia, Haití y Ecuador
• La violencia en varios países ha puesto sobre la mesa el creciente y grave descontento que vive América Latina
Éste puede incrementarse en las elecciones decisivas y polarizadas que este domingo se celebran en Argentina, Uruguay y Colombia.
EFE.- La percepción de que Latinoamérica caminaba por la senda correcta del equilibrio occidental, salpicada por la anomalía “bolivariana” de Venezuela, Nicaragua y Cuba, es un espejismo.
Nada está escrito en “el país de nunca jamás”, como denominó la premio Princesa de Asturias de Comunicación 2018, la periodista mexicana Alma Guillermoprieto, a Latinoamérica.
Como ejemplo, las elecciones del domingo en Bolivia. Lo que parecía un paseo triunfal, el cuarto, de Evo Morales hacia la Presidencia, aparece como un camino de espinas: con cruce de acusaciones de “golpe de Estado” y de dictadura.
Chile, se presenta como el epicentro de un descontento social, desde que el pasado 18 comenzó la agitación en las calles chilenas, los disturbios no han parado de crecer y ha mostrado a una sociedad cansada, crispada y empobrecida.
En Ecuador, a inicios de mes, indígenas, estudiantes y obreros salieron a la calle para protestar contra los acuerdos que el Gobierno de Lenín Moreno cerró con el FMI.
Según analistas, los tres procesos electorales en marcha se pueden contagiar de este descontento que recorre sin freno el continente.
