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TARDE DE CLAROSCUROS EN LA PRIMERA CORRIDA DE FERIA

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#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO

    •    Accidentada tarde la del pasado sábado 11 en la primera corrida del Serial San Francisco 2019 en la Monumental Vicente Segura


Estimados Amigos, con el gusto de saludarles a través de este espacio de Plaza Juárez. Tarde de desconciertos y claroscuros la registrada el sábado último en la Monumental Plaza de Toros Vicente Segura, durante la primer corrida de las dos anunciadas por la Empresa en el marco de la Feria San Francisco Pachuca 2019, en la que el joven diestro aquicalidense Leo Valadez obtuvo un rotundo triunfo con el corte de tres orejas para salir en volandas de la plaza, José Mauricio expuso la madurez de su tauromaquia y, desgraciadamente, el queretano Octavio García “El Payo” trajo el santo de espaldas con un actuación apenas discreta en el segundo de la lidia ordinaria y una bronca de órdago que le generó los más “dulces” epítetos durante la lidia del quinto de la tarde, el segundo de su lote.
Ante una entrada que superó la mitad del aforo, se corrió un encierro de la dehesa queretana de Xajay, propiedad de y don Javier Sordo Bringas y doña Magdalena Sordo Bringas de Yturbe, que envió un lote disparejo en presencia con tres astados bien rematados y tres terciados, pero que en general se dejaron mano, habiendo sido protestado el que saltó en sexto lugar, quinto de la lidia ordinaria, por falta de trapío por lo que fue sustituido.
Lo mejor de la tarde lo ha realizado, sin duda, Leo Valadez lleno de ímpetu y deseos de agradar, dio lidia completa a sus dos enemigos, gustando en el toreo de capote, dejándose ver en los tercios de banderillas y con la muleta realizando dos trasteos que evidencia su formación profesional en la Madre Patria. Sus dos enemigos si bien mostraron condiciones para la lidia no fueron unas “peras en dulce”, pero el hidrocálido los entendió instrumentando tandas en redondo por ambos lados, dejando a su aire a los bureles, para intercalar adornos de buen gusto y terminar sus faenas con aceptables estocadas que le valieron el corte de una oreja en su primero y las dos orejas del segundo, sexto de la tarde, siendo sacado a hombros entre gritos de torero, torero.
Por su parte el diestro capitalino José Mauricio dio amplias muestras de su madurez taurina, realizando al primero de la lidia ordinaria una faena enjundiosa a un toro remiso que le estuvo regateando las embestidas, aguantando horrores el torero en muletazos que llenaron de emoción el ruedo de la Vicente Segura, terminó de una estocada un tanto trasera y caída que fue suficiente y se le otorgó una oreja. Con el segundo de su lote la historia fue distinta, el astado carecía de calidad y transmisión en sus embestidas buscando José Mauricio la forma de meterle mano sin lograr el acoplamiento necesario con el toro, por lo que se tiró a matar, tardando en pasaportar a su enemigo lo que impacientó al público con la protesta de un sector del público a su actuación.
Octavio García “El Payo”, el año pasado logró cuajar a dos toros de “El Junco” en la Monumental pachuqueña que le valieron la salida en hombros, sin embargo el pasado sábado tajo al santo de espaldas al no lograr acoplarse con el corrido en tercer lugar, primero de los que le correspondieron, no obstante haberlo recibido con verónicas cadenciosas que le ovacionaron con fuerza, en su faena de muleta logró muletazos de calidad, templados procurando llevar muy toreado al ejemplar de los señores Sordo que sin embargo no rompió terminando por defenderse se puso pesado con el acero a la hora de matar pero aun así fue acompañado con una ovación al retirarse al callejón.
Pero la salida del quinto de lidia ordinaria sería el inició de una bronca como no recordamos en el coso del Bulevar Felipe Ángeles, el burel que en verdad desentonó demasiado con las hechuras de sus hermanos fue protestado fuertemente por lo que debió ser sustituido, entonces se dio suelta a la primer reserva, también procedente de Xajay, que tuvo un comportamiento desorientado, no se acomodó el “Payo” para torearlo de capote y al llevarlo al caballo el toro lo arrollo de ahí en adelante el queretano no se confió para nada, ordenando que se le pegara en exceso al picador, lo que enardeció a la concurrencia, los subalternos colocaron una sola banderilla cada uno, ya con la muleta “El Payo” dio dos o tres trapazos sin ton ni son a la distancia cuando ya la plaza era un volcán en erupción en contra del torero, que para terminar se puso pesado con espada hasta oír un aviso y retirarse entre toda clase de improperios por parte de un público defraudado.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.