Trump le da la espalda a los kurdos que enfrentaron al ISIS

*Números Claros

Durante meses la opinión pública mundial ha estado siguiendo la guerra de la Coalición contra el Estado Islámico (ISIS) en Siria y la suerte del pueblo kurdo esparcido entre este país, Iraq, Irán y Georgia. En los últimos años los países de la Coalición, entre ellos los Estados Unidos, han desplegado efectivos y pertrechos militares en el territorio de Siria e Iraq, enfrentando a los fundamentalistas del ISIS, pero en esa guerra los baluartes han sido los kurdos, quienes han tenido la capacidad de organizarse y enfrentarse exitosamente a las huestes fundamentalistas exitosamente, en buena medida, gracias a las armas llegadas de Occidente.
Lamentablemente, la llegada del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a la Casa Blanca, ha provocado una revolución en todos los campos y temas. El presidente estadounidense no sólo sacó a su país de los Acuerdos de París sobre el calentamiento global, de los acuerdos sobre migraciones, de los acuerdos sobre la proliferación de las armas nucleares, sino también ha obstruido el libre comercio que impulsara su país en el pasado y ahora se aferra a volver al pasado de las viejas barreras arancelarias.
No obstante, al presidente Trump no le basta el desorden que han provocado sus políticas y el estancamiento de la economía mundial, en buena medida. Ahora el presidente estadounidense ha decidido sacar a sus escasas tropas del norte de Siria y dejar a los kurdos a su suerte, bajo las botas del ejército de Turquía, que ven con recelo la organización militar de los kurdos sirios y sus relaciones con los kurdos de Turquía e Iraq.
Sin más ni menos, la Casa Blanca ha informado a sus aliados kurdos que no les ofrecerá más apoyo. Ahora los kurdos no podrán contar con los Estados Unidos si el ejército de Turquía los ataca. Sin embargo, con la vieja política de la amenaza y el chantaje, el presidente Trump ha amenazado a Turquía con represalias si cruza sus fronteras para ingresar en territorio sirio y reprimir a las organizaciones militares kurdas.
El Pentágono ha minimizado la retirada de las fuerzas estadounidenses, cuidando sus relaciones con Turquía y el uso de sus instalaciones militares en sus aventuras sobre esa región, como la reciente invasión a Iraq. El presidente Trump, se ha olvidado de sus aliados kurdos en Siria, anunciando este lunes que había informado a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) que sus tropas no los defenderían más en caso de una ofensiva de Turquía, olvidando que gracias a las organizaciones kurdas y su arrojo derrotaron al Estado Islámico.
Sin embargo, debido a las protestas y la reprobación de parte de sus aliados, el lunes por la tarde amenazó a Ankara con represalias si cruzaba sus fronteras y atacaba a los kurdos. Pero quién podrá creerle al presidente estadounidense, si en un comunicado emitido el domingo, después de una llamada telefónica con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, que Turquía llevará a cabo operaciones militares largamente planeadas en el norte de Siria.
Lo cierto es que el presidente Erdogan, es un enemigo jurado del pueblo kurdo y ha estado planeando una ofensiva contra la SDS desde hace meses, con el objetivo de evitar que se establezca un territorio controlado por los kurdos entre Turquía, Siria e Iraq, donde los kurdos gozan de un gobierno autónomo. El presidente Donald Trump, refiriéndose al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ha dicho que “Los kurdos han estado luchando con Turquía durante décadas.”, señalado que su país ha “evitado un enfrentamiento durante casi tres años, pero es hora de que nos retiremos de esta guerra ridícula e interminable”, con lo cual las aspiraciones de los casi 45 millones de kurdos a un Estado, no son para él sino aspiraciones ridículas y absurdas, hundiendo la reputación de los Estados Unidos como defensor de las libertades y de los derechos humanos.

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