#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
¿En realidad son de oportunidad las novilladas? ¿Qué programan las empresas?
Estimados Amigos, con un cordial saludo a través de Plaza Juárez. Complicada es sin duda la situación que enfrenta la Fiesta Brava en México ante la ausencia de novilleros que realmente interesen a los públicos para que regresen a los cosos taurinos, a fuerza de ser sinceros hemos de subrayar que esta ausencia de valores se debe a la crisis por la que atraviesa, desde hace algunas décadas la Fiesta Brava, principalmente por él, cada vez, menor número de “festejos menores” que se organizan a lo largo de la geografía taurina mexicana.
Reiterativo sería enunciar el sin números de factores que han provocado esta situación crítica en nuestra Fiesta de Toros, comenzando por la difícil situación que enfrenta la economía nacional y que impacta en todo tipo de actividad comercial, incluyendo a la taurina, que, se quiera o no, quienes se involucran en la organización de festejos taurinos, desde becerradas hasta corridas de toros buscan una ganancia a su inversión.
Así la mayoría de las veces los jóvenes que aspiran a ser toreros tienen, con el apoyo de algún Mecenas o sus familias, invertir cantidades económicas cada vez más importantes, por lo que cada vez son menos quienes tienen la posibilidad de torear regularmente.
En el medio taurino para nadie es secreto que la inmensa mayoría de becerristas y novilleros, en algunos casos inclusive matadores de toros, deben cubrir el costo de los astados que habrán de lidiar, aun cuando se hace de manera, digamos, encubierta, a través de la “venta de boletos” que quienes desean torear deben realizar o el “poner” su burel o en otras ocasiones “hacer empresa” asociados con otros coletas, pero siempre se paga por torear.
Claro que hay sus excepciones, como ocurre con quienes son considerados en carteles a través de recomendaciones de políticos, ganaderos, etc., habiendo los que son programados con inusual frecuencia triunfen o no, que además cuenta con el apoyo “desinteresado” de cronistas taurinos prestos a minimizar las tardes aciagas de esos jóvenes y destacar las actuaciones fallidas de quienes no cuentan con la simpatía de los “periodistas de la fuente”.
En este escenario la empresa que administra el mayor número de Plaza de Toros en el país viene organizando “novilladas de oportunidad”, básicamente en la Monumental Plaza de Toros México, para completar los 12 “festejos menores”
Al año, que le exige el Reglamento Taurino de la hoy Ciudad de México, para poder organizar la “Temporada Grande”, y en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso” de Guadalajara, como preámbulo al Serial de las Fiesta de Octubre de la Perla de Occidente.
Loable sin duda el esfuerzo que realizan quienes aportan los dineros para la organización de esos seriales novilleriles, no obstante es de considerarse si esos festejos realmente representan una oportunidad para los jóvenes, y algunos ya no tanto, toreros, ya que se les programa con encierros de ganaderías que desde hace muchos ayeres dejaron de ver sus mejores esplendores o que están en busca de la definición de sus encastes y por ello no ofrecen garantía alguna de triunfo a esos a quienes se les ha “brindado la oportunidad”, quienes además son criticados acre y amargamente por comentaristas de toros que siente tener la verdad de Dios y que lejos de destacar las posibilidades de los noveles les recriminan sus deficiencias.
Ejemplo de lo anterior fue la primera novillada de oportunidad ofrecida por la empresa de la Gran México el pasado viernes 27 de septiembre en que seis desesperados novilleros se enfrentaron a un infumable encierro de la dehesa jalisciense de San Marcos, cuyos ejemplares trajeron a mal traer a las cuadrillas y a los novilleros, que entre los seis ajustan 20 festejos toreados en lo que va del año, uno con 8 festejos y los restantes 12 contabilizados entre los cinco restantes.
Desgraciadamente se ha conformado un fatal círculo vicioso en el que los públicos no van a la Monumental Capitalina por falta de carteles que interesen y no hay novilleros que interesen por falta de oportunidades reales, creo que de esto tenemos responsabilidad todos los “taurinos”, pero nadie lo vamos a aceptar.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.