Terraza
Hemos sido testigos de muchos casos donde a las figuras públicas se les va la lengua antes de usar la cabeza, pero pocos casos han tenido el alcance de las declaraciones de Donald Trump sobre los inmigrantes mexicanos.
Es posible que el xenófobo aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, nunca haya meditado la indignación que provocarían sus palabras; tal vez pretendía ganarse la simpatía de los republicanos más conservadores o simplemente tiene un muy mal asesor de imagen. Lo cierto es que todo lo dicho le ha salido muy caro.
Hasta la fecha Univisión, NBC, Televisa y Macy’s; son algunas de las empresas privadas que han declarado rotas sus relaciones comerciales con Trump; sin mencionar que innumerables personajes de la farándula y la política, también han mostrado su repudio hacia el magnate.
Quizás muchos piensen que con tanto dinero, el bajo carisma de este empresario y sus extintos tratos, son como quitarle un pelo a un gato, pero la realidad es que le han dolido y mucho: Trump no tenía problemas en presumir su fortuna antes: $8,700 MDD para él solito y sus caprichos. El gusto de tal cifra dio un bajón luego de sus muestras de racismo, pues aunque el “simpático” hombre del peluquín se niega a hablar de una suma concreta hasta ahora, Forbes estimó su actual patrimonio en $4,100 MDD.
Además del tremendo golpe al bolsillo del pretencioso magnate, el apoyo internacional a la vox populi latina no se ha hecho esperar, pues circula de todo en los medios de comunicación: parodias, canciones, discursos, campañas publicitarias y hasta cartas abiertas para refutar los argumentos de Donald Trump, quien al verse en el ojo del huracán, tuvo que ceder un poco en su pensamiento retrógrada, aunque nunca se disculpó de manera formal.
Por otro lado, créalo o no, las repercusiones no son en su totalidad negativas. De acuerdo con las encuestas, algunos estadounidenses lo consideran un candidato idóneo para portar la bandera republicana y llegar hasta la Casa Blanca.
Ya que hablamos de las encuestas, es cierto que el partido estadounidense representado por un elefante, se caracteriza por sus crudas declaraciones contra los inmigrantes, pero incluso los rivales más destacados de Donald en este grupo político, Scott Walker y Jeb Bush, reprobaron los dichos de su contendiente. La tenacidad -o más bien terquedad- del señor Trump, lo obliga a aferrarse a los republicanos, pero su ambición es tal, que el rechazo no le impediría ser candidato independiente.
Dudo mucho que Donald Trump considere la inmigración como un verdadero problema, ya que es precisamente este hecho el que hace de Estados Unidos un país tan rico en cultura, turismo y economía en general. El verdadero conflicto de este millonario es el hambre de poder aunado a un fuerte resentimiento por negocios “fallidos” con empresarios mexicanos.
No puedo imaginarme a una persona de la talla del “buen” Donald al mando de uno de los países más importantes del mundo, parece precisamente la clase de vecino que nunca querrías tener: molesto, irracional y de esos que avienta los desechos de su perro a tu patio. A pesar de lo fatídica que suena la suposición anterior, dudo mucho se haga realidad, píenselo ¿qué otra ventaja tiene Trump además de ser millonario? No lo caracteriza para nada el altruismo o la sabiduría, vaya, ni siquiera una carrera política destacada.
La importancia que se le debe dar a Trump es relativa, por una parte, es bueno que algunos aliados le hayan dado la espalda para darle una lección, debe aprender que meterse con una nación entera nunca trae nada bueno; pero por otro lado, verlo como un enemigo público es de risa. Es muy difícil que un personaje de su calaña se pueda tomar en serio, la ignorancia y el exceso de recursos monetarios son una bomba muy peligrosa para quien la utiliza, incluso aplicaría aquí aquel famoso dicho de “el pez por la boca muere” y el conocido magnate ya picó.